Las palabras de la mamá de Karen, víctima de femicidio, al hombre que la mató
La madre de la víctima le habló al hombre el día que lo condenaron a prisión perpetua. Del otro lado solamente recibió silencio.
Orellana cumplirá prisión perpetua, sin beneficios de salidas anticipadas. (Archivo)
Walter Antonio Orellana, el confeso femicida de su expareja Karen Ibarra con quien tuvo cuatro hijos, fue condenado este lunes a prisión perpetua por homicidio triplemente calificado: por el vínculo, por alevosía (la víctima estaba indefensa) y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género.
La mujer de 31 años estuvo en coma desde el día que sufrió el ataque a golpes, el 11 de noviembre del 2022, hasta el 28 de abril de este cuando cuando falleció.
Acorralado por las innumerables pruebas en su contra, su expareja asumió la responsabilidad en mayo pasado. Sólo restaba la audiencia de fijación de la pena, que no reservaba imprevistos porque la calificación legal admite una pena única: prisión perpetua.
La fiscal de Violencia de Género, Carolina Mauri, solicitó esa condena. El defensor público Raúl Caferra, en tanto, reclamó que se declare inconstitucional la prisión perpetua sin beneficios (por los delitos que cometió, Orellana no tendrá salidas anticipadas ni libertad condicional). Argumentó que va en contra del principio resocializador de las penas.
El Tribunal, integrado por Luis Giorgetti, Cristian Piana y Lucas Yancarelli, no hizo lugar al pedido de la defensa y señaló que la competencia para tratar esa inconstitucionalidad es de la justicia de ejecución penal.
Las palabras de la mamá de Karen
Sobre el cierre de la audiencia habló Nancy Ibarra, la mamá de Karen. Impregnada de un fuerte sentimiento religioso, se dirigió al hombre que estaba sentado a unos metros de ella con voz ligeramente temblorosa.
«Lo que quería decirle a Walter es que dentro de todas las cosas que pasaron, la verdad es que yo te perdono porque vos sabés el cariño que siempre te tuve, a pesar de todas las cosas que han pasado entre ustedes».
«Sabés que siempre te quise, siempre te aconsejé, y te perdono de corazón».
Nancy agregó: «Yo no tengo mi hija, pero tengo esos niños hermosos que van a llenar el lugar que ella dejó en mi corazón».
«Quería verte, Walter, para decir que te perdono, y que el cariño que yo te tuve siempre va a estar en mí, así que Dios te guarde y que transforme tu vida, y que llegado el momento que tengas que salir de ahí (de la cárcel) seas un hombre transformado por Dios y puedas tener una buena relación con los niños».
Orellana, quien nunca pidió perdón por el femicidio, permaneció en silencio.
Así fue el femicidio
Ibarra, de 31 años, tenía 4 hijos de 12, 10, 9 y 8 años. Era oriunda de Salta al igual que Orellana; en aquella provincia habían iniciado su relación, y allá habían empezado los castigos y maltratos, incluso durante su primer embarazo.
En Neuquén vivían en la calle El Trébol sin número, detrás de una planta de gas, en el barrio Parque Industrial. Cuando ella decidió terminar la relación, él la echó de la vivienda. Karen sólo podía visitar a sus hijos cuando Orellana se ausentaba.
La fiscal Mauri explicó que el 11 de noviembre del 2022, a las 16, Orellana encontró a su expareja en la vivienda y le clavó un cuchillo en el pecho, tan profundamente que le lesionó el pulmón.
Ella escapó corriendo, él la persiguió hasta que cayó a un zanjón, donde le dio golpes en la cara hasta desmayarla. Luego regresó a la vivienda, tomó una pesada llave francesa y un martillo y volvió junto al cuerpo inerte de la mujer, y siguió dándole golpes en la cabeza.
A uno de sus hijos, que intentó defender a la mamá, le pegó una trompada en la cara.
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