Río Negro, sus candidatos solos y… ¿el gran acuerdo II?
En su fase inicial, la campaña para las PASO muestra a los aspirantes a diputados atados a la suerte y destino de terceros.
Río Negro renovará tres diputados este año y ninguno de los 32 postulantes en carrera podrá decir, si llega a jurar en diciembre, que ganó su banca sin contraer deudas políticas.
En su fase inicial, la campaña electoral para las PASO en la provincia muestra a candidatos ante una soledad pocas veces vista, atados en consecuencia a la suerte y destino de terceros.
“En Roca lo tenemos claro, pero en el resto de la provincia no sabemos con qué nos vamos a encontrar”, se sinceró esta semana un dirigente del sorismo.
El ministro de Justicia de la Nación llegó literalmente solo a la reunión del sábado 24 en Viedma, en la que se formalizó la lista legislativa de Unión por la Patria. Y más de uno de los presentes en ese encuentro encontró en esa imagen un símbolo del presente y futuro inmediato del exintendente de Roca.
Alejado de la política activa en la provincia, con intendentes molestos por cierto desdén ante contactos intentados cuando estaban haciendo gestiones en Buenos Aires, sumando la beligerancia verbal durante la reciente campaña provincial contra el sector que conformó Nos Une Río Negro… el combo hace realmente bajas las chances de que Soria genere empatía genuina cuando decida visitar una ciudad fuera de Roca.
Ahora bien, ¿necesita recomponer esos lazos? Hay quienes creen que la balanza inclinada en favor de Massa solucionó, entre otras cosas, ese déficit de simpatías dentro y fuera del PJ, porque más allá del corte de boletas que podrían alentar sus opositores directos, la cosecha del candidato presidencial derramará el mínimo caudal necesario para salir al menos terceros y volver a tener un Soria en el Congreso.
Juntos por el Cambio y la deserción de la UCR
La dependencia de la fórmula presidencial se acentúa en Juntos por el Cambio, con primeros precandidatos que por su escasa inserción territorial aparecen doblemente apuntalados. Roberto Brusa es “el candidato de Tortoriello” y Sergio Capozzi recorre la provincia junto a Juan Martín, exponiendo así la otra disputa silenciosa que se abrió en la coalición.
Esa alianza también terminó de perder esta semana la vertiente radical. Sin el primer lugar en la lista que reclamaban, esa UCR que pocas veces pierde la elegancia para construir o alimentar disputas internas, se retiró con una sonrisa amable de la campaña.
No hay pruebas para refutar la promesa de militancia en favor de la fórmula Larreta-Morales, pero tampoco dudas sobre el empeño nulo que pondrán los correligionarios para que las bancas de Diputados queden en manos del PRO.
En consecuencia, con el peronismo no sorista (“los dirigentes asentados en la provincia y no los que trabajan en Buenos Aires”, aclara un intendente) todavía sin digerir el acuerdo interno; y con la UCR orgánica liberada de presiones formales… ¿se viene el “Gran acuerdo rionegrino II”?
La necesidad abunda dentro de Juntos Somos Río Negro, que confiaba hasta las horas previas al cierre de listas que no habría lista legislativa debajo de Javier Milei y ahora siente aumentado el riesgo de llegar a las urnas con boleta corta.
Ante eso, además de las redes tejidas con peronistas y radicales, el oficialismo ya activó su maquinaria, tan efectiva como reñida con la ética en la función pública.
El Estado entró nuevamente en fase proselitista y así se pudo ver esta semana en la inauguración del Gasoducto de la Región Sur, con los precandidatos bien adelante en las fotos oficiales, que a su vez no mostraron al gobernador electo, para entonces en Estados Unidos.
Y sobre esas fotos, un detalle: la sonrisa de la gobernadora Carreras tal vez no haya sido sólo por el aporte a la calidad de vida de 17.000 rionegrinos.
Después de acatar la decisión de que no intervenga en la campaña provincial de abril, el Gobierno vuelve a ser relevante para el partido. Y eso tiene sabor a revancha.
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