45 años de «Sultans of Swing», el hit de Dire Straits inspirado en una aburrida noche de jazz
El 19 de mayo de 1978, Dire Straits publicaba “Sultans of Swing”, el primer corte de su homónimo disco debut. La canción se convertiría en uno de los hits más grandes de la banda que lideró el notable guitarrista y compositor Mark Knopfler.
Una fea noche de 1977, Mark Knopfler decidió meterse en un club de jazz de la pequeña localidad costera de Ipswich, sin saber que en aquel lugar encontraría la historia que estaba buscando para componer su primer gran hit.
Dire Straits estaba en apuros económicos y no sólo porque eso significaba su nombre: tenía poco más de cien libras para grabar unas cuantas maquetas en las que venían trabajando y entre las que estaba “Sultans of Swing”.
Antes conocidos como los Café Racers, cambian su nombre por el de Dire Straits por sugerencia de quien sería su baterista, Pick Withers, en alusión a la penosa situación económica de la banda.
El 27 de julio de 1977 el grupo conformado por Withers en batería; John Illsley en bajo; y los hermanos Knopfler, David en guitarra rítmica y Mark en guitarras y voz graba, con aquellas famosas 100 libras (o un poco más), una maqueta de cinco canciones en los Pathway Studios, al norte de Londres. Las canciones eran Wild West End, Down to the Waterline, Water of Love, Sacred Loving y el que sería su mayor éxito, Sultans of Swing. La maqueta fue a parar a manos de Charlie Gillet, un tipo influyente de la escena musical británica, quien le abrió la suficiente cantidad de puertas (y oídos) como para comenzar a interesar a compañías, salas y productores.
El despegue definitivo llegó a fines de 1977 y durante los primeros meses de 1978, cuando la banda pasó a tocar en shows cada vez más grandes hasta lograr un contrato discográfico que le iba a permitir grabar su primer disco, el homónimo “Dire Straits”, una joya de blues rock sureño en tiempos de revueltas punks. El primer corte del disco es también uno de sus más grandes hits y una de las mejores canciones de rock de todos los tiempos: “Sultans of Swings”. Sí, aquellos tipos de Ipswich. Knopfler tuvo la idea de la canción después de ver actuar a aquella banda local. “Creo que en realidad estaban sorprendidos de tener una audiencia de tres o cuatro”, compartió Knopfler en una entrevista con Brian Johnson, de AC/DC, en su serie “A Life on the Road”, de Amazon Prime, en 2021. “Recuerdo pedirles que tocaran ‘Creolo Love Call’ o ‘Muskrat Ramble’. Creo que se asombraron de que hubiera alguien en el pub que realmente conociera algunas de esas piezas musicales”.
Y añadió: “Yo sólo estaba allí para tomarme un par de pintas. Y al final de la noche, el trompetista o quienquiera que haga el anuncio dice: ‘Bueno, dale. Ya está. Es hora de irse a casa’”. Al final de la noche, cuando la banda terminó su actuación, según Knopfler, uno de ellos se despide diciendo ‘Buenas noches y gracias. Somos los sultanes del swing’. “Cuando dijeron ‘Muchas gracias, somos los Sultans of Swing’, me hizo mucha gracia, porque sultanes no eran en absoluto. Más bien eran unos tipos cansados con jersey”.
Lejos de ser una burla, la letra es más bien una reivindicación de hacia aquellos cientos de músicos anónimos que hacen lo mejor posible cada noche sobre el escenario, luego de un largo de día de trabajo porque ninguno de ellos vive de la música. Aún así, en cada show dan lo mejor de sí, aunque esto no sea suficientemente bueno.
“Tienes un escalofrío en la oscuridad / Está lloviendo en el parque, pero mientras tanto / Al sur del río te detienes y lo tienes todo / Una banda está soplando Dixie doble cuatro veces / Te sientes bien cuando escuchas el sonido de la música / Y ahora entras, pero no ves demasiadas caras/ Al entrar de la lluvia, se oye el jazz bajar /Competencia en otros lugares /Oh, pero los cuernos, están soplando ese sonido /Hacia el sur, hacia el sur de la ciudad de Londres / Mira la guitarra, George / Conoce todos los acordes / Mente, es estrictamente ritmo / No quiere que llore ni cante / Sí, y una vieja guitarra es todo lo que puede permitirse / Cuando se levanta bajo las luces para tocar su cosa / Y a Harry no le importa si no llega a la escena /Tiene un trabajo diurno, lo está haciendo bien / Puede tocar el Honk Tonk como cualquier cosa / Guardándolo para el viernes por la noche / Con los sultanes / Con los sultanes del Swing.
Knopfler grabó las primeras versiones de «Sultans of Swing» con una guitarra acústica, una National Steel, pero no le daba lo suficiente a la canción. Pero todo cambió cuando Knopfler cambió de guitarra: pasó a una Fender Stratocaster de 1961 y entonces sí, la cosa comenzó a sonar mejor. Knopfler encontró la versión definitiva cuando le agregó el solo del final que le dio su definitiva identidad, un modo de decir «esto es un sultan del swing».
Dire Straits sonaba a otra cosa, pero sonaba mejor que a cualquier otra cosa de su tiempo. A fines de los 70, el punk comenzaba a transitar su etapa post, la new wave comenzaba a darle brillo y plástico al sonido que vendría en la década siguiente, el rock progresivo decía adiós y el rock pesado se reformulaba con bandas como Iron Maiden. ¿Dónde encajaba Dire Straits allí? No encajaba y eso fue lo que funcionó para ellos. Eso y el talento de su líder Mark Knopfler para componer y tocar la guitarra. Un guitar hero de otro tiempo que suena bien en cualquier tiempo.
El single se publicó el 19 de mayo de 1978 y no fue un éxito inmediato sino hasta fines de ese año , cuando la banda entró en las listas estadounidenses con su álbum debut y luego con el single, que llegó hasta el Nº 4. De vuelta en Gran Bretaña, alcanzó el Nº 1 en la lista de éxitos. En Gran Bretaña, alcanzó el número 8. La banda editaría otros cinco discos, entre 1978 y 1991. El anteúltimo, «Brothers in Arms» (1985), marcó su consagración definitiva. ¿Cómo no serlo si sus primeros tres temas son «So far away», «Money for Nothing» y «Walk of Life» con su icónico videoclip de bloopers del deporte estadounidense. Pera nada de esto habría sucedido (quizás) sin aquellos aburridos pero voluntariosos sultanes del swing.
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