Juan Ángel «Rancho» Godoy, una caminata a la eternidad
Cesar Ramón Gutiérrez, DNI 5.095.760
Centenario
En Rincón de los Sauces el día 8 de mayo del año 2023 con profundo dolor y el alma acongojada, pero con la templanza y la paz que solo Jesús puede darnos, acompañamos y despedimos, junto a más de mil compañeros y compañeras de la construcción, los restos de Juan Ángel Godoy, “Rancho”.
A 49 años de aquella comisión interna en Planicie Banderita en la que hicimos cosas que escandalizaban a muchos, resguardados en nuestra única coraza que eran nuestros compañeros. Allí nos agarró el criminal golpe de Estado de 1976, a las 03:15 de la madrugada nos agarraron de los pelos, a uno la gendarmería y a otros la policía. Al reencontrarnos, la actividad gremial estaba totalmente prohibida, pero Rancho nos dijo: “estos milicos no van a impedir que yo haga algo por nuestros compañeros”.
Largo tiempo después se la cobraron, la policía le dio una paliza y lo dejaron por muerto. En la clínica era una bolsa uniforme con machucones de la cabeza a los pies. Cuando se recuperó, le dieron horas para que abandonara la provincia de Neuquén.
A 37 años de la histórica caminata de Piedra del Águila, con Rancho tuvimos la bendición de Tata Dios de caminar junto a nuestros compañeros desde Piedra del Águila a la Av. Argentina de Neuquén, junto a ellos dormimos entre zampas y jarillas, la lluvia torrencial nos mojó a todos por igual (canal 9 de Bs. As. tiene imágenes) y nuestros pies quedaron tan rotos como los de ellos.
Cuando Rincón de los Sauces pasó por su peor malaria, cuando se paró todo, cuando no se conseguía ni una changa, apareció Rancho organizando una pequeña olla popular para que pudieran comer algunos y esa olla empezó a crecer y crecer y de ella empezó la lucha (palabras de un compañero en la larga y fría noche del 07/05/2023).
Con lágrimas en los ojos otro recordaba cuando Rancho se adelantó y se interpuso entre ellos y la policía, llegada desde Neuquén para reprimir y les dijo: “No vengan con armas para matar, vengan con trabajo para que los compañeros puedan llevar comida a sus familias y vivir con dignidad”.
Fue impactante y hasta conmovedor ver un círculo formado por más de 1.200 obreros y obreras tratándose con cariño, como cuidándose unos con otros en silencio, matizado por aplausos y un “Viva Rancho carajo” con los puños levantados en alto, como reafirmando que las luchas obreras continúan.
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