Detuvieron a un joven de 16 años que enviaba amenazas de bomba a colegios privados de San Isidro
Al menos once escuelas fueron intimidadas por el adolescente. Las autoridades allanaron su casa: encontraron armas y hallaron sospechosas vinculaciones con foros de internet que planificaban ataques a establecimientos educativos de todo el mundo.
La Justicia de Menores de San Isidro aprehendió hoy a un adolescente de 16 años sospechado de efectuar numerosas amenazas de bomba a colegios privados. Según las autoridades, los mensajes intimidatorios eran enviados por mail.
El joven ya había sido identificado como autor de una serie de amenazas a su colegio, el Riverside School de Acassuso, en marzo pasado. Esta última intimidación obligó a evacuar a miles de estudiantes y movilizó recursos y agentes de cinco jurisdicciones.
Para dar con el sospechoso, la policía llevó a cabo un allanamiento en su domicilio de la calle Entre Ríos, en la localidad de Martínez. Allí se secuestraron varios dispositivos electrónicos y encontraron armas de fuego.
El adolescente, que padece un leve síndrome del espectro autista, está sospechado de ser el autor de las amenazas que se recibieron en los últimos días en varios colegios privados de la zona norte del Conurbano bonaerense y Ciudad de Buenos Aires.
Concretamente fueron seis colegios del corredor norte –Goethe Schule, San Andrés, Florence Nightingale, St. John’s, Colegio Riverside School y Northlands–, cinco de la Capital –Devoto School, Escuela Cristóforo Colombo, Nightingale Institute, St. Matthew’s College sede fundadora y Saint Catherine’s–, el St. George’s College, de Quilmes, y el Sagrado Corazón, de Lomas de Zamora.
Los establecimientos recibieron un correo electrónico por el cual debían ser evacuadas, siguiendo las normas del protocolo de seguridad, pero en ninguno de los casos se encontraron artefactos explosivos.
La investigación está a cargo del fiscal Alejandro Musso, titular de la Unidad Fiscal Especializada de Ciberdelitos (UFEIC), y de los fiscales del Fuero Penal Juvenil de San Isidro, Andrés Zárate y Silvia Gremes.
Los investigadores tuvieron en cuenta, también, que el sospechoso mantenía fluidos contactos, a través de foros opacos de Internet, con otros jóvenes que compartían el mismo tono de acciones, mensajes y consignas, con referencias a “ataques a escuelas en todo el mundo”, a la “sociedad podrida”, a que “la escuela hace esclavos perfectos” y a la promesa de un “doloroso final”.
Con información de La Nación y Noticias Argentinas
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