La media res sobrevivió, pero denuncian falta de controles en la venta de carne: «Muchos grises»
Luego de que el Gobierno diera marcha atrás con la obligatoriedad del troceo, se estableció un límite máximo de 32 kilos para la manipulación manual y el uso de medios mecánicos para transportar las piezas. Los comerciantes reclaman que no hay cumplimiento de la resolución.
Meses atrás la eliminación de la media res para la comercialización de carne había ocasionado un verdadero malestar en la cadena comercial. Por eso, el Gobierno debió dar marcha atrás y combinar la implementación del troceo con la utilización de medios mecánicos para el transporte de piezas de hasta 32 kilos.
Pero ahora, desde el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC denunciaron que se incumple con la resolución que dispone el límite máximo de peso para la manipulación manual. También advirtieron que no existe ningún tipo de control gubernamental al respecto.
Los matarifes, por su parte, sostienen que el traslado de la media res con dispositivos mecánicos, que hasta el momento no estaba contemplado legalmente, continúa sin efecto.
Qué establece la resolución sobre la venta de carne
El objetivo de la nueva resolución fue garantizar mayores estándares de calidad y sanidad sobre los productos cárnicos, favorecer la transparencia comercial y avanzar sobre una mayor modernización de la industria frigorífica en materia de seguridad laboral.
En este sentido, la Resolución 22 de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) establece la obligatoriedad de la comercialización de carne vacuna desde los frigoríficos a los comercios minoristas en trozos de hasta 32 kilos como máximo para resguardar la salud de los operarios y las condiciones de salubridad del producto.
En tanto, para las medias reses bovinas, la normativa establece que sólo se podrán cargar o descargar desde el medio de transporte hasta el interior del establecimiento o viceversa, por medio del acople de la rielera del transporte con la rielera del establecimiento.
Asimismo, dispone la conformación de una mesa técnica consultiva permanente integrada por Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), las provincias y otros organismos públicos pertinentes, cuya tarea principal es “trabajar en un plan de implementación sistemático para readecuar a la industria frigorífica a la nueva normativa”, según informó oportunamente la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, encabezada por Juan José Bahillo.
La disposición se fue postergando por dos años hasta que, finalmente, el pasado enero tras varios meses de trabajo conjunto entre el Gobierno nacional, las provincias y los eslabones de la cadena cárnica, se decidió avanzar. Sin embargo, al no haberse formalizado la norma por parte del Gobierno, actualmente sigue vigente la resolución original que solo permite comercializar carne troceada. Y como tampoco hay controles del Estado la situación quedó indefinida, dando libertad de acción a cada sector de la cadena.
«Hay un gris», señalan desde el Consorcio de Exportadores de Carnes
Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, aseguró que “cuando esta discusión se dio el año pasado, los únicos que apoyábamos fervientemente esta disposición éramos nosotros y los sindicatos. Los matarifes no lo apoyaban y la producción tuvo un silencio pasivo que habrá que interpretar qué significa, porque no se expresó categóricamente. Es una norma que, como no hay controles, está vigente pero no se aplica”.
Para Ravettino, es esencial implementar el troceo, tanto por razones de salubridad del producto como de salud de los trabajadores. “Que me expliquen qué diferencia hay entre cargarla al hombro y empujar una carretilla con una media res por las calles de tierra, por pasillos por donde no pueden pasar. El medio mecánico es un artilugio de los que no quieren esta norma para ganar tiempo, nada más«, sostuvo.
Por su parte, Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) remarcó que desde la entidad siguen promoviendo el uso de los medios mecánicos.
«Es un impulso generado por nosotros porque los organismos se lavaron las manos, no terminaron de modificar la resolución, quedó en que 32 kilos sí o 32 kilos no, medios mecánicos sí o no, muchos grises, y eso hace que nos cueste mucho formalizarlo porque no tenemos un Estado como poder de policía que si no lo hacés te sancione. Si no tenés una regla bien dictaminada cuesta mucho cambiar una práctica y que lo entiendan con el boca a boca», explicó. «No hay inspecciones ni supervisión, los funcionarios no funcionan, no hay gente en la calle«, agregó.
CAMyA junto al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), desarrollaron dispositivos de traslado para reemplazar la carga al hombro. Según Rafael, «los medios mecánicos se están usando más de lo que pensaba, el problema es que hay mucho déficit en el parque automotriz de la logística de la carne, hay mucho fletero contratado y es ahí donde más cuesta ejercer la práctica, más cuando no hay sanción para quien la incumpla. Como Agricultura no acompañó y no modificó la norma oficialmente, hay un gris», expresó.
Con información de Noticias Argentinas
Meses atrás la eliminación de la media res para la comercialización de carne había ocasionado un verdadero malestar en la cadena comercial. Por eso, el Gobierno debió dar marcha atrás y combinar la implementación del troceo con la utilización de medios mecánicos para el transporte de piezas de hasta 32 kilos.
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