Hubo chicanas en el Deliberante sobre el rol de la Defensoría y la justicia condicionada en Neuquén
Riva finaliza su mandato el 2 de julio. El Deliberante deberá designar un nuevo defensor y la elección se programó en el recinto en las sesiones de junio.
El defensor del pueblo, Ricardo Riva, en el Concejo Deliberante de Neuquén. (archivo)
La injerencia del poder político en la administración de justicia en Neuquén se puso sobre la mesa como parte de las gentilezas que se cruzaron el lunes el concejal y electo diputado Claudio Domínguez (MPN) y el actual Defensor del Pueblo de Neuquén, Ricardo Riva.
Domínguez chicaneó a Riva cuando le deslizó que con su presentación, se quería perpetuar en el cargo. El concejal argumentó que los vecinos habían votado por la alternancia de la Defensoría del Pueblo cuando resolvieron por mayoría la reforma de la Carta Orgánica de la ciudad.
Riva le contestó que los vecinos votaron «por bajar el costo de la política» que el MPN llevó como slogan ganador en las urnas, no con claridad por modificar los mandatos del Defensor entre un listado de reformas. Retrucó que el organismo en la ciudad debería ser resguardado como el último contrapoder, porque hasta la justicia en Neuquén estaba afectada por la injerencia política de la actual administración.
«Es el último resguardo de las garantías individuales y de derechos», avanzó Riva en la sala de entrevistas del Concejo Deliberante de Neuquén. Luego agregó, en nota periodística, que ante los reclamos de los vecinos, el organismo se encontró con muchas dificultades para que los jueces «actúen, resuelvan, exijan el cumplimiento de sus propias sentencias. Lo que veo es que no hay una total independencia: les cuesta ser ágiles en la decisiones y dar rápidas respuestas».
Agregó que desde la Defensoría nunca se impulsó una acción penal, sino amparos, a fin de obtener respuestas para los vecinos o grupos de vecinos ante funcionarios reticentes.
Riva abundó en ejemplos como en la redacción de la Carta Orgánica de Senillosa donde se evitó la creación del Defensor del Pueblo y se buscó la figura del mediador. «El mediador no está mal, pero la tarea del Defensor del Pueblo es defender los derechos, estaba dentro de los proyectos en Senillosa y luego desapareció la figura; la justicia es el último escaño que nos queda en la república para reclamar derechos cuando son conculcados«, insistió.
En el fragor de la discusión con Domínguez (durante la entrevista para el cargo del nuevo Defensor de la ciudad) le indicó que aunque el gobernador Omar Gutiérrez hable mal de la Defensoría a su cargo, «debería estar agradecido, porque hemos resuelto muchas situaciones y frenado cosas graves que hacen los funcionarios».
Cuando Domínguez le recordó su afiliación al MPN, Riva le recordó que se había desafiliado hace más de 12 años con el trámite de rigor en la sede judicial federal y que en este tiempo había demostrado su independencia de criterios del poder político, tanto durante el gobierno de Horacio «Pechi» Quiroga, como de la gestión actual.
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