El municipio de Bariloche inauguró un nuevo paseo costero en Playa Bonita

La senda tiene una extensión de dos kilómetros y permite el libre acceso a una playa de rocas grandes.

La política orientada a multiplicar los espacios públicos recreativos con fondos de la tasa al turista avanzó un nuevo paso con la apertura de un sendero de uso público que bordea el lago Nahuel Huapi entre playa Bonita y el puerto Moreno.

El intendente Gustavo Gennuso inauguró en la mañana de hoy el paseo, que ofrece una nueva alternativa en la zona oeste, donde son escasas las bajadas públicas al lago. La senda tiene una extensión de dos kilómetros y permite el libre acceso a una playa de rocas grandes, con orientación este/noreste, que asegura atractivas vistas de la playa Bonita y la isla Huemul.

Los trabajos de despeje para liberar la senda comenzaron antes del verano y obligaron a retirar decenas de camiones con basura y material forestal. La limpieza buscó respetar las plantas autóctonas, aunque lo que predomina en el lugar son álamos, sauces y rosa mosqueta. Una parte de los restos de poda fueron chipeados en el lugar y sirvieron para asentar el paseo peatonal.

Gennuso destacó la idea de “unir las dos playas” mediante el nuevo recorrido costero, que no tiene desniveles y es de fácil tránsito para gente de toda edad. Destacó que los vecinos de la zona ya lo usaron durante el verano y lo valoran mucho, porque es una playa con sectores de sombra, algo que no existe en la concurrida playa Bonita.

Según el intendente, la iniciativa surgió a partir de una demanda que “el sector privado llevó a la comisión de ecotasa”, como denomina el municipio al gravamen aplicado a los turistas con el propósito expreso de destinar esos fondos a obras de infraestructura turística.

Sin embargo, el nuevo paseo que se extiende entre los kilómetros 8 y 10 de la avenida Bustillo no está solo destinado a los visitantes, sino que brinda al mismo tiempo una buena alternativa a los residentes que buscan lugares para el esparcimiento y la actividad física.

Luego del corte de cintas, Gennuso recorrió el sendero de punta a punta, acompañado por varios funcionarios y por algunas vecinas de la zona, que ya lo adoptaron como propio. Una de ellas, Nilda, dijo que vive en el kilómetro 6,4, aseguro que es un lugar “bárbaro, genial, porque se recupera algo que estaba ahí pero era inaccesible”.

El coordinador de Infraestructura del municipio, Andrés Rodríguez, reconoció que las tareas para abrir y acondicionar la senda no resultaron fáciles porque en algunos sitios la maleza era muy tupida y fue necesario ingresar con máquinas para la tala y el chipeo.

El sendero tiene dos kilómetros. Foto: Chino Leiva

Una de las ventajas fue la inexistencia de conflictos con las viviendas costeras, que pertenecen a personal del Ejército y la Cnea, ya que no existían apropiaciones de hecho sobre la costa pública, como las que sí abundan en otros puntos de la ciudad, sobre los lagos Nahuel Huapi, Moreno y Gutiérrrez.

Gennuso dijo sin embargo que la obra fue comunicada y acordada con los propietarios lindantes. Según Rodríguez, no hubo que realizar remociones de obstáculos o alambrados, “pero sí había caños que entran al lago”, que en algunos puntos fueron enterrados, par que no entorpezcan el tránsito peatonal.

La existencia de instalaciones irregulares sí han impedido en otros lugares el libre tránsito por la playa pública, como ocurre por ejemplo en la costa norte del lago Moreno, donde el municipio tiene pendiente todavía la apertura del sendero Andrés Quinteros.

En el paseo Playa Bonita/Puerto Moreno todavía persistían hoy algunos restos de basura que fueron especialmente señalados por Gennuso para pedir que los retiren. En varios puntos del recorrido fue colocada cartelería que advierte sobre la prohibición de ingresar con mascotas y con vehículos, hacer fuego y dejar residuos.

Algunos de los usuarios ya pusieron también letreros propios que dicen “no dejes rastros, no tires papeles” y convocan a “cuidar esta hermosa playa pública”. Incluso hay otros, también improvisados, que identifican arbustos y plantas autóctonas. Andrés Rodríguez reconoció que “ese podría ser el próximo paso”, el de señalizar bien un recorrido de interpretación con sentido educativo.


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