«Los dueños de nuestro tiempo»

Otra vez más y ya son incontables, maldigo el día en que por cuestiones económicas -como es de público conocimiento- los alquileres de viviendas sufrieron tal incremento; ya que si antes podía darme el lujo de vivir a 15 cuadras de mi trabajo, hoy debo hacerlo a 43 cuadras para pagar un poco menos. Antes caminaba relativamente cerca, hoy -lamentablemente- para poder llegar a mi trabajo indefectiblemente debo recurrir al transporte público de pasajeros, más exactamente a la línea 17 A-B y 3 de la empresa Indalo.

Bueno, mal que mal los días hábiles los señores de Indalo tratan de cumplir con los requerimientos de frecuencias, pero el sábado y domingo son una falta de respeto a cada una de las personas que no podemos contar con movilidad propia.

El sábado 21 de junio me encontraba con una crisis de asma y opté por ir a una guardia, estuve una hora y diez minutos por reloj esperando que pasara cualquiera de las tres líneas que debe pasar. Gracias a ese tiempo de espera -de ese maldito colectivo de la empresa Indalo- al llegar a la guardia mi estado de salud estaba mucho más complicado que al salir de mi casa.

Ahora la pregunta es: señor Farizano, ¿hasta cuando la población de Neuquén capital va a tener que seguir a merced del monopolio impuesto por el municipio? Las empresas de transporte deben estar al servicio de los usuarios y no los usuarios al servicio de ellos. ¿Por qué correr riesgos innecesarios esperando una hora a la intemperie y exponernos a un robo o en el peor de los casos a un abuso a nuestra integridad física? ¿Cuándo se va a dar cuenta de que estos señores son los dueños de nuestro tiempo? Siempre cumplimos con sus exigencias: si no tiene monedas no viaja -decían antes-, si no tiene monoviaje no viaja, eso fue hasta hace poco y, ahora, quien no pudo recargar su tarjeta monedero, tampoco viaja.

Y nosotros… ¿cuándo vamos a poder exigirle a esta empresa que mínimamente -ya que nos transportan como ganado, en colectivos sucios y destartalados- tenga un poco de respeto por nuestro tiempo? La competencia cuando es leal es sana y como la empresa Indalo -gracias al municipio- no tiene competencia, es como funciona. Por favor, revea la situación.

 

Laura Lucero, DNI 26.349.007

Neuquén


Otra vez más y ya son incontables, maldigo el día en que por cuestiones económicas -como es de público conocimiento- los alquileres de viviendas sufrieron tal incremento; ya que si antes podía darme el lujo de vivir a 15 cuadras de mi trabajo, hoy debo hacerlo a 43 cuadras para pagar un poco menos. Antes caminaba relativamente cerca, hoy -lamentablemente- para poder llegar a mi trabajo indefectiblemente debo recurrir al transporte público de pasajeros, más exactamente a la línea 17 A-B y 3 de la empresa Indalo.

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