«Varias veces se les ofreció un acuerdo, pero lo rechazaron»

El domingo pasado su diario publicó una carta de lectores firmada por el señor José Dehais y su hijo José Luis, en la cual le reclaman al gobernador de Neuquén que intervenga, en su beneficio, en diversas causas judiciales en las cuales intervengo como demandante o demandado. En la mayoría de ellas como demandante. Las graves injurias, ya reiteradas, de los señores Dehais me obligan, además de iniciar las acciones penales que corresponden, a responder por el mismo medio, amparado en el derecho de réplica. Simplemente por claridad, seguiré el mismo orden en el que se manifestaron los señores Dehais.

-No es cierto que «Fortín Nogueyra», un campo de 32.000 ha, pertenezca en su totalidad a estos señores. José Dehais siempre fue titular de un 33,33% indiviso. Los otros condóminos en igual porcentaje fueron sus hermanos Julio y Rogelio, fallecidos en 1997 y en 1999, respectivamente. Estaban altamente endeudados con el Iadep y el Banco de la Nación Argentina (con decreto de subasta en todas las ejecuciones que promovieron estas entidades). En el 2002 y luego en el 2005 adquirí el 66,66% indiviso de dicho campo a sus legítimos propietarios, los herederos de Julio y Rogelio Dehais. José decidió no vender. Por ello, nos convertimos en condóminos, él de un 33,33% y yo de un 66,66%. Así consta en el Registro de la Propiedad Inmueble.

-La cancelación del pasivo que los herederos de Julio y Rogelio Dehais adeudaban al Iadep y al Banco de la Nación Argentina era una de las obligaciones que asumí, sujeto a ciertas condiciones, en mi operación de compra, por lo que, en forma directa o indirecta a través de sociedades controladas, adquirí la deuda que mantenían con el Iadep. Posteriormente, adquirí el 100% de la deuda que mantenían con el Banco de la Nación Argentina. Es muy simple, los señores Dehais se endeudaron fuertemente, no pagaron más allá de las primeras cuotas y no invirtieron en lo que debían. Cuando aboné dichas deudas llevaban más de 10 años de juicio. Al momento de escriturar, debí cancelar también más 10 años de impuesto Inmobiliario que nunca pagaron. Se rehúsan de mil modos a reintegrarme la parte proporcional de todo ese pasivo pese a tener sentencia firme que así lo dispone.

-Nadie los quiere echar de su tierra. Son dueños del 33,33% pero deben pagar, justamente, el 33,33% de tales deudas. Y como su estilo de vida es no pagar, recurren a la mentira y la injuria.

-Lo que no dicen los señores Dehais es que hace 6 años me privaron de la posesión, me obligaron a iniciar acciones legales y ahora que la Justicia falla a favor mío, como corresponde a quien adquirió legítimamente un 66,66% de un campo, se quejan y recurren, insólitamente al Poder Ejecutivo, pidiendo vanamente su intromisión en temas reservados al Poder Judicial. Es muy simple: les han rechazado todas las «chicanas» procesales que inventaron y ahora se enfrentan a tener que pagar o desalojar el campo y, por otro lado, a dividir el condominio, además de reconocerme la posesión. A ello se suman los daños que me irrogaron al haberme dejado fuera del campo por más de 6 años. Como la Justicia no está de su lado, porque el derecho no los asiste, recurren, una vez más, a la mentira y la injuria. Respecto de las referencias a la ex presidenta del Banco Nación o a jueces de las diversas causas o la insólita que menciona al caso Taylor, que no se sabe a qué viene, son sólo injurias a las que deberán responder ante la Justicia. Tampoco se entiende la referencia a una denuncia penal absurda que fue archivada por inexistencia de delito alguno con la mención expresa de que importó un dispendio jurisdiccional.

Por último, desde el año 2005 estoy abocado a desarrollar en San Patricio del Chañar, Valle Perdido, una bodega con el primer hotel cinco estrellas de lujo en la zona, que abrirá sus puertas próximamente. Toda otra referencia al mismo o supuestas irregularidades son injurias cuando no calumnias de quienes se niegan a honrar los compromisos asumidos y a respetar las decisiones de la Justicia.

Varias veces se ofreció un acuerdo a los señores Dehais, pero lo rechazaron tratando de no honrar sus deudas, vender cuando no podían y todo tipo de artificio. Hoy que la Justicia ya no les da la razón, recurren a una carta de lectores. Lo que deberían hacer los señores Dehais es reflexionar, analizar la realidad, asumir sus deudas y pagarlas. Yo soy su condómino y como gente civilizada deberíamos resolver rápidamente este tema. No lo quisieron hacer durante más de 6 años. Hoy se está en la Justicia. Dejémosla actuar.

Fernando Muñoz de Toro

DNI 16.968.835 – Buenos Aires