De la calle Tucumán a la 9 de Julio: vuelta a la manzana del diario Río Negro

“En la Patagonia desde 1912”. Desde entonces es que está Río Negro allí, en esta extensa región, acaso inabarcable, que, aunque no parezca, es la mitad y algo más de la Argentina. En la Patagonia, sí, pero ¿dónde? Porque no siempre fue aquí, en esta esquina céntrica de 9 de Julio y Sarmiento, en General Roca.
Tampoco fue demasiado lejos de aquí. Apenas acá a la vuelta, en Tucumán casi Sarmiento. Siempre en la misma manzana de un pueblo que por entonces apenas llegaba a los 5.000 habitantes. El 1° de mayo de 1912, Río Negro salía por primera vez desde un galpón contiguo a la casa familiar de su fundador, Fernando Rajneri.

Puede leerse en el libro dedicado a los 100 años del diario: “Era una imprenta y una papelería muy modesta. La mítica Minerva, una guillotina, unos pocos burros (cajas), con tipos, el componedor y los potes de tinta. Con todo eso (…) el maestro-periodista (N. de la R.: Fernando Rajneri) hacía de tipógrafo y armador, buscaba avisos y se apuraba a llegar al correo para enviar a los suscriptores su quincenario, que al año fue semanario con salida los jueves. Recién en 1924 le anexaría al taller una librería”.

El semanario Río Negro se mudó “a la vuelta” en 1926, aunque no exactamente a su emplazamiento actual, sino poco antes de mitad de cuadra, ocupando parte del actual estacionamiento interno y parte donde está ubicada “la rotativa vieja”. Allí, con la misma configuración original: casa, imprenta y librería.
El 9 de febrero de 1958, con la puesta en funcionamiento de la rotoplana suiza Buller Freres, dejó de ser un semanario en formato sábana para ser una publicación diaria en tamaño tabloide. El edificio fue aggiornándose hasta que, a comienzo de los 80, se construyó el, por entonces moderno, y actual edificio ubicado ahora sí en la esquina de 9 de julio y Sarmiento.