Se demora una obra clave para regularizar el servicio de luz en un populoso barrio de Bariloche
La licitación se hizo hace más de un año y los fondos ya fueron remitidos parcialmente por el gobierno nacional. La empresa tenía un plazo de entrega de 210 días, que está vencido hace ya seis meses. El municipio no brinda explicaciones.
Alrededor de 500 familias que viven en la Toma 29 de Septiembre de Bariloche esperan por regularizar el acceso al servicio de luz. (foto de archivo)
La licitación fue adjudicada hace más de un año y los fondos ya fueron remitidos parcialmente por el gobierno nacional, pero la obra de electrificación del barrio 29 de Septiembre que es esperada con impaciencia por unas 400 familias nunca se ejecutó.
Hoy, las viviendas tienen un servicio precario, administrado mediante tableros comunitarios, como ocurre en otras tomas de tierra. El municipio carga con el costo de la factura que regularmente envía la CEB y debería cobrarle una cuota aparte a los vecinos, pero ese mecanismo dejó de funcionar hace unos meses porque el convenio está caído.
Mientras tanto el proyecto para regularizar el servicio eléctrico y terminar con los “colgados”, que fue adjudicada por contrato a la empresa Agrovial en enero de 2022, todavía está pendiente.
Demoras con las mensuras y el corrimiento de algunos cercos serían en parte el motivo del incumplimiento. También desde el Instituto Municipal de Tierras y Viviendas reconocieron “trabas burocráticas”.
Patricia Millalonco, una de las referentes históricas del barrio que se conformó hace más de una década a la vera de la ruta 40, dijo que están cansados de esperar por la obra y que las familias están ansiosas por “tener su medidor y empezar a pagar” mensualmente por la luz.
Les urge contar con un servicio más seguro, porque las conexiones provisorias que tienen desde que se originó el asentamiento ya han provocado varios incendios, en uno de los casos con consecuencias fatales.
Antecedentes
La obra de electrificación tenía un plazo de entrega de 210 días y está vencido hace ya seis meses. El barrio 29 de Septiembre se conformó hace más de una década, cuando un grupo numeroso de familias se asentó en tierras privadas porque no tenían otro lugar donde vivir, resistieron los intentos de desalojo con varios cortes de ruta y finalmente consiguieron que el municipio negocie con el propietario una cesión del predio, como el objetivo final de la regularización.
Una vez firmado ese acuerdo, el primer paso fue gestionar la electrificación, para la cual el intendente Gustavo Gennuso consiguió el otorgamiento fondos del Programa de Inclusión Eléctrica Nacional (Proinen), que financia obras para garantizar el suministro seguro de ese servicio “en barrios que no cuenten con la infraestructura adecuada”.
El presupuesto original fue de 32,9 millones de pesos y para cumplir con el trámite previo el municipio había presentado en agosto de 2021 el listado de beneficiario, los planos y aprobación de factibilidad y “razonabilidad económica” por parte de la CEB, como empresa distribuidora.
Cuando anunció la firma del contrato con Agrovial, a fines de enero de 2022, el municipio habló de un “hecho histórico” y dijo que “en un par de semanas” a partir de esa fecha comenzarían los trabajos, que incluían la red de energía eléctrica, conexiones, instalaciones domiciliarias, tableros reglamentarias e iluminación en la vía pública con sistema LED. Gennuso se declaró en ese entonces “emocionado” por el logro, alcanzado a partir del “trabajo conjunto entre los vecinos, el municipio y la Nación”.
"Queremos tener nuestros medidores y pagar"
Patricia Millalonco dijo que las familias asentadas en el 29 de Septiembre ya son más de 500 y que el avance de la electrificación es nulo. “Solo vinieron en diciembre pasado a pone unos 10 pilares para la foto en una calle interna, que además no son los definitivos y después de ahí nada -afirmó-. La licitación está y la empresa está, pero no hay ningún trabajo en marcha”.
Dijo que según le informaron habría un agrimensor designado para completar mensuras pendientes y habría indicado el corrimiento de algunos cercos, porque hay calles que serían demasiado estrechas. Pero no parece haber ninguna ejecutividad en esos trabajos.
Millalonco dijo que el temor de varios vecinos es que pasen los meses y les digan que “en invierno no se puede trabajar”, con lo cual la obra sufriría todavía más dilaciones. Este diario buscó una explicación de parte el Instituto de Viviendas, pero no hubo respuesta.
La dirigente barrial dijo que no pueden postergar la electrificación “porque falte liberar una ochava”, porque en otros barrios originados en una toma, como Nahuel Hue, hicieron las obras “sin tener ochavas ni nada de eso”.
Aseguró que ,según le consta, “la mitad de la plata ya fue enviada por Nación”, de modo que no habría obstáculos de tipo financiero. En el municipio no consiguieron hasta ahora ninguna explicación certera sobre la demora.
“Es difícil expresar lo que sentimos, ni siquiera empezaron -dijo la mujer-. Me da mucha tristeza y mucha bronca lo que pasa, porque acá todos queremos tener nuestro medidor y empezar a pagar la luz”.
También, señaló que el municipio hasta el año pasado les cobraba 700 pesos mensuales por el servicio que recibían a través de los tableros comunitarios, pero dejó de hacerlo porque “faltaba renovar el acuerdo y nunca se firmó”.
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