El paraíso de los pescadores: fueron al Limay Medio y picaron estas truchas
Con la baja de las erogaciones de la represa, cambió la estrategia de pesca. El instructor Matías Fernández Carro estuvo el finde pasado y comparte sus tips. Moscas, líneas, técnicas, lo que hay que saber para irse con una sonrisa. Dato: este finde viene con caudal bajo y buen clima: está ideal.
Una de las famosas truchas del Limay Medio en las manos de Matías Fernández Carro antes de la devolución,
El fin de semana pasado, el instructor de pesca con mosca Matías Fernández Carro fue a pescar junto a su amigo Hernán al Limay Medio, esa maravilla de aguas cristalinas que corre entre Neuquén y Río Negro. Eligieron acampar en la estancia Río Seco, cerca de Naupa Huen, del lado rionegrino del río y a unos 30 km del puente de Pichi Picún Leufú en este paraíso del norte de la Patagonia elegido por los pescadores. Llegaron después de una semana de altas erogaciones que llegaron a ser de 1100 metros cúbicos por segundo y bajaron bruscamente a entre 200 y 300 metros cúbicos, lo que los obligó a cambiar las estrategias para pescar. Eso fue lo que hicieron Matías y Hernán para lograron muy buenos piques de truchas marrones y arcoíris. ¿Cómo lo lograron? Acá lo cuentan. Antes un dato: este finde viene con caudal bajo, poco viento y buen clima: está ideal.
Cómo pescar ante la baja del caudal del Limay Medio
«Estuvimos tres días y apenas al llegar y salir a vadear nos dimos cuenta de que con mucha menos erogación el río estaba limpio, se podía pescar a pez visto y las truchas se estaban reacomodando en los pozones, más susceptibles a ser pescadas», relata Matías.
Ya en la primera caminata notaron que la orilla estaba llena de páncoras (cangrejos de agua dulce) que no habían podido regresar al río por la abrupta baja del caudal. «Estaban a unos cuatro metros, así que las devolvimos al Limay para que continuaran con su ciclo de vida», dice. De color naranja estridente, son parte de la alimentación de las truchas y así tuvieron el primer indicio de moscas a usar.
Después advirtieron que los alevinos se quedaban en los «lagunones» que se formaron tras la baja del caudal.
«Entonces las truchas se acercaban a la orilla en busca de los alevinos de percas y puyenes, que son menos escurridizos que los de truchas», agrega el instructor.
Así, empezaron a pescar con moscas imitación de páncoras y alevinos de percas y puyenes.
«En el caso de las imitaciones de páncoras, con líneas de hundimiento rápido con las que básicamente se suele pescar en deriva. Las truchas marrones y las arcoíris atacaban mientras iban derivando las moscas a velocidad. En las de los pescaditos, con líneas de hundimiento muy lento para que la mosca venga cerca de la superficie del agua, casi a flor de piel», describe el instructor.
«Obviamente que con las moscas imitaciones de páncoras los tiros eran a una distancia no mayor a los 15 ó 20 metros para que las truchas vinieran cerca del veril. Con las moscas de alevinos teníamos que hacer tiros largos para poder imitar la huida de un pejerrey«, agrega.
Uno de las historias que les quedó de estos tres días pesca ocurrió cuando detectaron una trucha de buen porte (le calculaban de entre tres y cuatro kilos) que se quedaba en el fondo e ignoraba el señuelo.
«Hago el lanzamiento, miró a la derecha y veo que a unos tres metros venía un pejerrey en el aire, que saltaba y volaba para escapar de la trucha que lo seguía. Mientras la otra trucha seguía en el fondo, la que tomó la mosca fue la trucha que perseguía al pejerrey«, recuerda Matías aún asombrado.
«Cuando escapan los pejerreyes parecen peces voladores, las truchas suelen juntarse y acorralarlos en cardumen, hasta que una captura a la presa«, explica.
Consejos para pescar en el Limay Medio
Las recomendaciones del instructor Matías Fernández Carro ante las condiciones que presenta por estos días el Limay Medio.
* Utilizar líneas integradas con líderes largos de tres metros e imitaciones de alevinos bien finitas.
* Utilizar terminaciones o tipetts 028 ó 031 de fibrocarbono, ya que el ataque es muy violento y suele generar cortes.
* Es clave una buena técnica de lanzamiento, presentar bien la mosca con el líder estirado cuando toca el agua. «Para que la mosca entre ‘nadando’ y la trucha cuando la vea y la ataque podamos clavar y no errar por pérdida de tensión», explica.
* Con el clima en buenas condiciones como durante esos tres dias y con baja velocidad del viento, el río permite pescar a trucha vista. Es recomendable chequear el pronóstico.
* Pescaron de vadeo. «La esencia de ese segmento del Limay Medio», señala.
* El caudal más bajo permitía muchas secuencias correderas – pozón. «Al estar muy cerca entre sí, no tenés que caminar demasiado entre un pozón y otro para pescar», describe.
* Hay que prestar mucha atención a las variaciones de caudal. «Son bruscas, hay que tomar referencias en la orilla, una marca en una piedra, un palo. Y moverse con cuidado, porque si estás en un islote y largan el agua se te puede complicar para salir. Voy a pescar hace 20 años al Limay Medio y es la primera vez que veo que abren los vertederos de la represa».
El balance de tres días de pesca
«El balance fue muy bueno, con muy buena proporción de piques«, comenta Matías. ¿Qué pescamos? Desde grandes marrones y arcoíris de tres kilos y medio hasta otras truchas de medio kilo. Varios clientes metieron muy buenas de entre 4 y 5 kilos. Estuvo muy divertida la pesca. Siempre con devolución, claro».
Otra de las anécdotas que relata Matías es la de una trucha de gran porte que se le escapó.
«Con la mosca de un alevino picó una marrón de unos 3 kilos. Venía haciendo todo bien pero la trucha se me soltó por una perdida de tensión en la línea y me quería matar«, cuenta con una sonrisa. Y suma otro consejo: «En este época, como decimos nosotros, hay que agitar los pozos, darle varias pasadas a cada uno variando mosca y líneas para encontrar lo que está comiendo la trucha y resetear el equipo a lo largo del día acorde a la pesca que uno quiere hacer y el panorama que se presenta.
En Estancia Río Seco acampar cuesta 3.000 pesos por día por persona y los dormis 5.000 pesos por día. Hay baño y ducha con agua caliente y les dan leña y chulengos. Para conectarse, es por Movistar y con datos móviles. Quienes pagan los dormis tienen acceso al salón para comer.
Cómo llegar a esta zona de pesca en el Limay Medio
«Llegás por la ruta nacional 237. Unos 15 km antes de Piedra del Águila hay un cartel grande que marca el camino hacia la represa Pichí Picún Leufú. Son unos seis km de camino de ripio para llegar al puente, que es una zona libre y gratuita para pescar, con exclusividad de pesca con mosca. Desde Neuquén capital son unos 230 km», señala Matías. El último fin de semana, continuaron unos 30 km por el lado rionegrino hasta el acceso a la Estancia Río Seco.
Erogaciones, impacto en el ambiente y acceso a la costa para pescar
Entre las charlas de pescadores, es frecuente que deriven a tres temas: la preocupación por el impacto de las represas y las erogaciones en el ambiente, la seguridad en caso de cambios bruscos en el caudal y por lo complicado que es acceder a las costas de los 95 km del Limay Medio para hacer lo que más les gusta, pescar.
En cuando al acceso de los pescadores a la costa del Limay Medio, son muchos quienes levantan su queja por los problemas que enfrentan para entrar. Del lado neuquino hay que pagar en dos campings por el acceso, una única vez, no importa la cantidad de días. Se trata de Fortín Nogueira del lado de la represa y Media Luna del lado de la desembocadura.
«Solo queda libre el puente de Pichi Picún Leufú. Y del lado rionegrino, ya sea entrando desde Cerro Policía o Naupa Huen, hay que pagar en los campos, depende de lo que cobre cada uno. También se puede entrar en lancha remontando desde El Chocón, pero hay que tener una y saber usarla con caudales bajos. Es complicado, es cierto», agregó Matías.
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