Ser buenos padres o “padres buenos”
Ricardo Bustos Locutor Nacional-Comunicador
Capioví, Misiones.
Antes solo se producía los fines de semana, pero ahora es una constante todas las madrugadas. Las sirenas de las ambulancias o los patrulleros se dejan oír, cuando se dirigen con urgencia por alguno de los accidentes que a diario se producen en las calles y avenidas de cualquier pueblo o ciudad del país, protagonizados, en su gran mayoría por menores de edad en estado de ebriedad.
Si bien es cierto, existe enorme preocupación por parte de las autoridades y especialmente por muchos padres (no todos) de los jóvenes que protagonizan los accidentes en autos o motos, es contradictoria la actuación de las autoridades porque no se llega al origen del delito con la fuerza de la Ley porque seguimos siendo testigos que en cualquier comercio se vende alcohol a los menores.
El precio de un litro de cerveza es más barato que un litro de leche y con muy fácil acceso para quienes quieran comprar.
Hoy los adolescentes, no se conforman con beber solamente cerveza y agregan a su cóctel fernet, vodka o cuanta bebida se les presente, con el agregado del estómago vacío, que produce estragos al poco tiempo de haber sido ingeridos. No se está tomando en cuenta que el inicio de estas prácticas nos muestra también, en menor cantidad a niños que no superan los 13 años.
Nuestros jóvenes se están destruyendo la vida cada día un poco más y después será muy tarde. Espero, confío, hago votos para que ese dinero que llega desde el Estado (nosotros) en un plan denominado Progresar no vaya a engrosar las arcas de los bolicheros que venden cerveza y de una vez por todas la juventud pueda encaminarse hacia un rumbo de futuro sano de cuerpo y alma.
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