Messi y el brillo del Mundial que se apaga con la Champions
Primera frustación para el capitán argentino tras la gloria de Qatar. La nueva eliminación de la Liga de Campeones podría abrir la puerta de salida del PSG, cuyo contrato se vence a mediados de año.
El poder de equipo de Bayern Múnich llevó a la mínima expresión la capacidad individual de Lionel Messi y Kylian Mbappé, los dos mejores jugadores del mundo.
El PSG fue un equipo previsible ante la estrategia bávara que encapsuló al crack argentino, limitó los espacios de su socio francés -siempre letal en campo abierto- y lo eliminó sin problemas de los octavos de final de la Liga de Campeones.
La victoria 2-0 del Bayern sobre los parisinos, que debían remontar la serie tras la caída por la mínima en el Parque de los Príncipes, reabre la herida del PSG en la Champions, donde fue eliminado en octavos por segunda vez consecutiva. A pesar de la obsesión de sus dueños qataríes por levantar la Orejona, la falta de un equipo sólido que sustente la capacidad individual de sus estrellas, lo vuelve a dejar con las manos vacías.
Messi se queda otra vez sin Champions, título que ganó por última vez en la temporada 2014/15, y en todo este tiempo en sólo una edición estuvo en semifinales. Fue en la temporada 2018/19 cuando quedó afuera de la definición ante el Liverpool jugando para el Barcelona.
Una vez más, la tercera, el crack argentino es eliminado por el Bayern de la Champions, que liquidó el juego con dos goles en la segunda mitad, uno del camerunés Choupo-Moting, ex PSG, y otro de Serge Gnabry, uno de los elementos de lujo que el Bayern tiene en el banco.
Una plantilla desequilibrada construida a golpe de billetera, no necesariamente amalgama una formación competitiva. Más allá de la calidad indiscutida de Messi y Mbappé, reducidos a la mínima expresión por el cerrojo bávaro, el París fue claramente inferior en los 180 minutos de la serie ante un Bayern, cuya concepción de equipo lo hace superior.
Incluso, más allá de Messi y Mbappé, el PSG no tiene un circuito fluido en el mediocampo capaz de iluminar a sus estrellas ante el rival de fuste.
La dinámica de los portugueses Vitinha y Nuno Mendes, y el español Fabián Ruiz , es claramente inferior al juego y despliegue de Goretzka, Kimmich y Kingsley Coman, los verdaderos motores del equipo bávaro.
A la hora de buscar soluciones en el banco, el Bayern apeló a Leroy Sané, Sadio Mané, a Joao Cancelo y Gnabry, estos dos últimos los gestores del segundo gol alemán. Los parisinos, aunque parezca insólito, no tuvieron entre los suplentes un delantero de categoría capaz de acompañar a Messi y Mbappé cuando las urgencias del partido así lo indicaban.
¿A quién tuvo que recurrir el DT Galtier para ir por la heroica? A lo que tenía a mano: los juveniles Warren Zaire-Emery (17 años) y Hugo Ekitike (20). Demasiado poco ante el equipo poderoso y aceitado como el Bayern.
La eliminación de PSG abre un gran interrogante sobre la permanencia de Messi en París. Leo tiene contrato hasta mediados de año, y a pesar de las intenciones de la dirigencia por retenerlo, la extensión del vínculo estaba directamente enlazada a la suerte del equipo en esta edición de la Champions.
¿Soportará Messi, tal como sucedió el año pasado, supuestos abucheos cuando vuelva al Parque de los Príncipes tras una nueva y dolorosa eliminación?
¿Se reabre la puerta de regreso al Barcelona para el hijo pródigo del club catalán?
La sensación es que París pronto quedará en el pasado menos glorioso para el flamante campeón del mundo, que sufrió su primera frustración tras la gloria de Qatar.
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