Rechazan la exploración petrolera en Ñirihuau

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El presidente del Consejo provincial de Ecología y Medio Ambiente, Oscar Echeverría, aseguró ayer en Ñirihuau Arriba que no aprobarán la exploración hidrocarburífera «sin el obligado proceso de participación comunitaria».

Aún así la licitación está en marcha desde el año pasado y ya tiene una empresa precalificada -Repsol/Pluspetrol-, que comenzó a realizar recorridas por la zona con el fin de elaborar un primer informe ambiental.

Echeverría y la subsecretaria de Hidrocarburos, Tamara Pérez Balda, se presentaron en el paraje para brindar las explicaciones reclamadas durante semanas por los pobladores y por varias ongs que expresaron serios reparos sobre el emprendimiento.

Participaron vecinos, militantes ambientalistas, los concejales de Bariloche Alfredo Martín y Francisco De Cesare, el candidato a intendente del partido Comunista, Arístides Terrile, y el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Juan Salguero.

Ñirihuau Arriba queda a unos 20 kilómetros de Bariloche y el río que le da nombre desemboca en el lago Nahuel Huapi. El área hidrocarburífera licitada se acerca a menos de cuatro kilómetros del límite del parque nacional.

Los pobladores viven de la ganadería de subsistencia y de incipientes proyectos de turismo rural. Desde hace años reclaman solución por los surgentes de petróleo que quedaron de antiguas perforaciones de YPF y que contaminan el arroyo Las Minas.

Echeverría aseguró en primer término que «según los estudios realizados por el Departamento Provincial de Aguas en el 2007, el recurso hídrico no está contaminado».

Una recorrida posterior realizada por este diario permitió comprobar que el petróleo llega hasta el arroyo y se mezcla con el agua, cuya superficie exhibe abundante material oleoso.

Ante la presión de la gente, Echeverría terminó por admitir que se reunirá de inmediato con el titular del DPA para analizar la situación y antes de fin de mes propondrá acciones concretas para remediar la contaminación.

De todos modos las autoridades provinciales descargaron responsabilidad sobre la Nación por el abandono de los manaderos, ya que tuvo jurisdicción sobre el área hasta el año pasado.

Pérez Balda aclaró que se trata de «un petróleo inmaduro, que está en superficie y no es apto para ser producido». Indicó que según las estimaciones previas lo que existiría en Ñirihuau es «un importante reservorio de gas».

La aclaración estuvo lejos de disolver la preocupación de los vecinos, que quieren evitar la irrupción de empresas petroleras y dijeron descreer en el poder de policía estatal para hacerles cumplir las normativas ambientales.

Echeverría dijo que la empresa adjudicada «está obligada a presentar el estudio de impacto ambiental y conseguir la aprobación del Codema antes de iniciar cualquier actividad».

Indicó que otro requisito previo es la realización de una audiencia pública. Una vecina le advirtió al funcionario que a esa audiencia no llevarán objeciones técnicas porque están fuera de su alcance y que simplemente se opondrán a la exploración hidrocarburífera «porque la comunidad no la quiere».

Echeverría dijo que la exploración no avanzará si hay un rechazo unánime, «pero si la comunidad está dividida los argumentos técnicos serán determinantes».

Concepción Mohana y otros referentes de la Comunidad del Limay advirtieron que «la desconfianza se debe a que hay una historia de errores cometidos por el Estado». Señalaron los casos del emprendimiento forestal en El Foyel y el loteo del Anfiteatro del Limay que tenían el visto bueno provincial y sólo se frustraron luego de la movilización popular.