Quién es Pablo Javkin, el intendente apuntado por los narcos que amenazaron a Messi
Se formó en la política en los pasillos de la Universidad de Rosario junto a la Juventud Radical, tuvo una alianza con el ARI de Carrio y en 2019 llegó a la intendencia gracias a su partido local.
Desde 2019 Pablo Javkin es el intendente de Rosario que logró sacar del poder al Partido Socialista, que durante años estuvo al mando en la ciudad santafesina. Con una larga trayectoria en la política, el hombre que militó en la Juventud Radical enfrenta un complejo desafío: frenar la avanzada narco que día a día gana terreno en uno de los puntos neurálgicos del país.
La amenaza a Lionel Messi y los 14 balazos que recibió el supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo en la madrugada del jueves, pusieron a Javkin en el centro de la escena nacional y también del mundo.
A los 51, atraviesa el último año de su mandato como intendente de Rosario. Padre de dos hijos, se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde armó los cimientos de una incipiente carrera política muy ligado al radicalismo. En su paso por la facultad militó en Franja Morada y fue presidente nacional de la Juventud Radical y también de la Federación Universitaria Argentina.
Luego de su paso universitario se mantuvo apegado a la política, pero se sumó a la Afirmación para una República Igualitaria (ARI), donde se mantuvo cercano a Elisa Carrio a principio del 2000. Gracias a su militancia, logró ser concejal rosarino en 2001 y legislador provincial en 2007.
Su carrera continuó en franco ascenso y entre 2013 y 2015 fue diputado nacional por la provincia de Santa Fe. En esos años intentó acercarse al fútbol, donde tuvo un coqueteo con ser parte de la dirigencia de Newell’s, uno de los dos clubes más importantes de la ciudad.
En 2015 fue nombrado Secretario General por la intendenta de Rosario, Mónica Fein. La Secretaría General comprende la gestión de los seis distritos del Gran Rosario y de varias dependencias que se ocupan de temáticas diversas. Allí empezó a edificar su lugar como jefe comunal.
Estuvo dos años en el cargo y luego armó su partido local al que llamó Creo Rosario. Se sumó a la coalición Frente Progresista Cívico y Social y logró desterrar al partido socialista del poder de la ciudad.
Durante su mandato tuvo varios cruces con personajes destacados de la ciudad. En todos los hechos siempre salió en respuesta de las acusaciones que enfatizaban en los elevados niveles de violencia narco que enrarecían la ciudad.
En su gestión se produjo un fuerte avance del narcotráfico en la ciudad, ya que alcanzó una tasa de homicidios de 21,8 por cada 100.000 habitantes en triplicando la media nacional. En 2016, Rosario tenía un oscuro promedio de 14 homicidios cada 100.000.
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