Cómo y cuándo podría haber paz en Ucrania
El escenario militar y el político parecen no tener un punto de encuentro entre Rusia y Ucrania, que permitiera resolver el conflicto. Además, expertos advierten sobre lo que podría convertirse en una avanzada mayor.
Decenas de miles de soldados caídos en ambos bandos, Rusia y Ucrania, miles de civiles ucranianos muertos, innumerables ciudades destruidas. Además, hay escasez de energía en todo el mundo, inflación y, en muchos países en desarrollo, hambre. Ese es el resultado de una guerra que está lejos de haber terminado después de un año.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no ha logrado su objetivo de apoderarse de toda Ucrania, pero Rusia controla alrededor de una quinta parte del país. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, por su parte, ha dicho en repetidas ocasiones que todo el territorio ocupado por Rusia, incluida Crimea, será recuperado.
Para que Ucrania conserve su libertad, los Estados occidentales han seguido aumentando su ayuda armamentística. Sobre todo, el Leopard 2 ,de fabricación alemana, podría ayudar a «compensar la flagrante desventaja de los ucranianos en el campo de batalla», escribe a DW el político de la CDU y coronel retirado Roderich Kiesewetter.
Con los tanques, Ucrania espera no solo poder defenderse de los ataques rusos. El experto en seguridad Nico Lange considera «realistas las posibilidades militares de que Ucrania recupere totalmente su territorio y restablezca así la paz», según declara a Deutsche Welle. Lange cree que «Putin solo estará dispuesto a negociar si la situación militar es tan favorable a Ucrania, que comprenda que no puede obtener ningún beneficio con esta guerra de agresión».
Dos escenarios militares
El general retirado de la Bundeswehr Helmut Ganser no comparte esta visión. En la Revista de Política Internacional y Sociedad de principios de febrero de 2023, esboza dos escenarios para una ofensiva ucraniana hacia el sur, hacia el Mar de Azov, con la ayuda de tanques occidentales. En el más pesimista, las fuerzas ucranianas quedan empantanadas en las enormes defensas rusas. Ganser prepara al público occidental para «imágenes de tanques Leopard destrozados», que Rusia difundirá alegremente en Internet.
Pero Ganser considera aún más peligroso el escenario más optimista. En este caso, las unidades blindadas avanzarían hasta el Mar de Azov y se situarían frente a Crimea. Ganser sospecha que Putin ampliaría entonces, como muy tarde, «la zona de guerra general al territorio de los Estados occidentales que apoyan» a Ucrania, y advierte: «Crece el peligro de un deslizamiento lento, en realidad involuntario, hacia la mayor catástrofe para toda Europa.»
Nico Lange, por su parte, ve la amenaza nuclear rusa como «un instrumento de guerra psicológica». Considera que una reconquista de Crimea no solo es «militarmente concebible», sino que incluso aboga por intentarlo por motivos de política de paz: «Precisamente porque Crimea supondría la mayor pérdida de prestigio posible para Vladímir Putin, la presión militar sobre Crimea es una forma de conseguir que Rusia se vea dispuesta a negociar.»
Objetivos de paz incompatibles
Pero incluso en los países que apoyan a Ucrania, hay muchos que creen que, sin una cierta voluntad política de compromiso territorial o de alianzas por parte de Ucrania, no podrá haber paz.
En la propia Ucrania no se piensa así, según Roman Goncharenko, de la redacción ucraniana de Deutsche Welle. «En las primeras semanas tras la invasión, Kiev estaba dispuesta a hacer concesiones, como la neutralidad, en lugar de aspirar a entrar en la OTAN. Pero la brutalidad del Ejército ruso y la anexión de más territorios han hecho casi imposible la búsqueda de un compromiso».
Según una encuesta encargada por la Conferencia de Seguridad de Múnich, el 93 por ciento de los ucranianos considera que una retirada completa de Rusia, incluida Crimea, es una condición previa para un alto el fuego.»
El politólogo Johannes Varwick, de la Universidad de Halle, cree que esto es poco realista: «Con toda probabilidad, al final habrá una Ucrania neutral que no caiga claramente bajo la esfera de influencia occidental o rusa», declaró Varwick a Deutsche Welle, quien además insta a una iniciativa negociadora occidental. «Si al final de una guerra larga o de una nueva escalada sale el mismo resultado que ya sería posible hoy, entonces no tiene sentido seguir luchando con decenas de miles de muertos y personas traumatizadas».
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