Hace siete años reclaman por una ampliación del Jardín 103 de barrio Chacramonte en Roca

Desde que empezó a incrementarse la matrícula de alumnos iniciaron gestiones para pedir una ampliación. A falta de respuestas, crearon una sala con paredes montadas con los armarios del jardín.

Padres, madres y docentes de del Jardín N°103 de barrio Chacramonte de Roca, agudizan un reclamo de ampliación edilicio que viene desde hace siete años. El número de niñeces inscriptas en nivel inicial aumenta todos los años y ya no tienen espacio para realizar sus actividades escolares. «Armamos una sala con armarios», comentó Claudia Olís, directora de la institución.

El calendario 2023 anuncia que, si no hay paro docente, el inicio de clases sería el 27 de febrero. Sin embargo, en algunos establecimientos de Roca se espera por respuestas concretas por parte del Gobierno Provincial respecto a refacciones, ampliaciones o tareas de mantenimiento.

Esta mañana diario RÍO NEGRO habló con la directora del Jardín 103 de barrio Chacramonte. Claudia Olís, contó cuándo se gestó en reclamo y cómo han lidiado con la falta de espacio durante estos años.

«Empezamos a elevar notas a quienes correspondía en el año 2017. De a poco fueron respondiendo a algunos pedidos de acondicionamiento como el cerco perimetral, protectores de calefactores pero la falta de espacio continúa«, contó Olís y resaltó que durante todo el año pasado estuvieron sin cerco perimetral.

El pedido de ampliación y acondicionamiento de la institución empezó a raíz del incremento de matrículas que hubo en el Jardín 103. En principio, el establecimiento contó con dos salas pero luego se creó un cargo más. «Como no había lugar porque no construyeron otra sala, empezamos armar paredes con los armarios para dividir el espacio», indicó la directora.

La falta de espacio tiene repercusiones en el día a día de las infancias, ya que tampoco cuentan con un baño adecuado y deben utilizar el de los docentes que es para el tamaño de un adulto. «Le ponemos una tarima para que se puedan subir», detalló que en ese lugar también se depositan los elementos para las clases de Educación Física y se guardan elementos de limpieza.

Los niños y niñas deben utilizar el baño para adultos que a su vez funciona como depósito. Foto: Cesar Izza

Falta de espacio para infancias en inclusión


Actualmente, tienen una matrícula de 55 alumnos por turno en todo el Jardín. Cabe destacar que la capacidad es 40 y «al tener infancias en Proyecto de Inclusión se reduce la matricula», indicó Claudia.

«Toda la trayectoria escolar de las infancias del proyecto de inclusión son atendidas por el jardín, escuela especial y el equipo de ETAP. A su vez, tienen una maestra que viene una o tres veces por semana», explicó.

La precariedad del baño, en estos casos se ve reflejada en el cambiador que no es el adecuado para las infancias ya que el elemento esta compuesto por una colchoneta.

Planos desacertados para la ampliación


Con padres, madres y docentes organizados en el reclamo, hace unos días se realizó una reunión donde se citó a la supervisora Silvana Gomez, a la delegada Flavia Curuchet y a Unter. «Ese mismo día se acercó personal de la empresa que licitó. Vinieron con un plano de sala pero no era lo que se había pautado cuando acordamos lo de la ampliación», aseguró Claudia. Agregó que a la reunión solo asistió la supervisora.

Por su parte, detalló que en el acuerdo se había establecido que la ampliación se realizara en todo el lateral izquierdo de la institución con la sala y dirección incluida.

La sorpresa fue cuando al observar el plano, se indicaba que la construcción se realizaría en la parte trasera de la institución. «Vino el arquitecto y no dan los metros cuadrados», comentó e indicó que a su vez, en el lugar que quieren intervenir hay un pozo y además, deberían invadir territorio a la escuela primaria.

Actividades reducidas


Ademas de los problemas edilicios que interfieren en el desarrollo de las actividades de los alumnos, los docentes también padecen el faltante al momento de dar clases. «Los que más sufren son los profesores de educación física y música», indicó. La contaminación sonora que hay no permite que las clases sean adecuadas a la materia y en el caso de gimnasia, a veces las condiciones climáticas hacen que tenemos que rotar las salas para que puedan utilizan el mini SUM.

A fines del 2022 familias hicieron una nota en reclamo. Los padres no pueden disfrutar de la etapa inicial de sus niños porque no hay espacio para que puedan ingresar y compartir actividades.

«Los papás dejan sus niños y los retiran en la puerta de ingreso. Nunca entran a la institución. No podemos hacer actividades con la familia, y por otro lado, tenemos que trasladar los actos escolares a otros espacios», explicó.

Por último, la directora lamentó que lleven siete años con la misma situación y comentó cuál es el sentir en este año que se avecina. «No se como vamos a arrancar. Estamos muy desgastadas, cansadas y enojadas con esta situación porque sentimos que no están escuchando nuestro reclamo», concluyó Claudia Olís, directora del Jardín 103 de barrio Chacramonte de Roca.


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