Pese a los atrasos, Enarsa aseguró que el gasoducto a Vaca Muerta estará listo antes del invierno
El presidente de la empresa estatal, Agustín Gerez, destacó que la línea estará lista en cuatro meses. "Estamos cumpliendo el ambicioso cronograma que nos impusimos", subrayó.
Las soldadoras automáticas mostraron mayor eficiencia de la esperada. Foto: gentileza.
Desde Energía Argentina SA (Enarsa) confirmaron que la obra del gasoducto a Vaca Muerta estará lista «antes del invierno». Según el cronograma establecido restan cuatro meses para su finalización. «A lo largo de toda la traza los trabajos están avanzando de acuerdo a lo planificado y previsto por lo que el gasoducto Presidente Néstor Kirchner está cada día más cerca de ser una realidad», subrayaron.
La posición de la empresa estatal se da a poco tiempo de que se conociera la existencia de una serie de inconvenientes que han generado demoras en el avance planificado de la obra clave para el gas de este invierno. Según las estimaciones, los atrasos podrían llegar hasta el mes y medio, teniendo en la obra del tramo Mercedes – Cardales, el caso más complejo, ya que se trata de un nuevo gasoducto que tiene la función de conectar la nueva producción que pueda transportarse por el Néstor Kirchner.
En detalle, mientras el gasoducto en sí registraría problemas pues los caños que fueron asignados son los recuperados de la vieja obra de GNEA y habrían registrado problemas de mantenimiento, la planta compresora del gasoducto Mercedes – Cardales registraría un atraso grave, de más de dos meses, y con problemas para el arribo de las válvulas necesarias para su funcionamiento.
Además, a esto se suman algunos atrasos en la obra en sí del gasoducto Néstor Kirchner derivados por un lado de una serie de caños que debieron ser rectificados por fallas, como también por la demora en la puesta en funcionamiento de las soldadoras automáticas, una de las cuales llegó al país pero sin estar calibrada.
En un comunicado, Enarsa destacó «los avances realizados a partir del trabajo conjunto entre la empresa, los contratistas y las distintas áreas del Estado Nacional y las provincias involucradas para que nuestro país pueda contar con esta importante obra en los plazos previstos». Desde el organismo reiteraron que estiman que la obra estará finalizada para el 20 de junio de este año, la fecha prevista en la licitación.
“Gracias al gran esfuerzo de todas las partes involucradas, en particular de los trabajadores que llevan adelante esta obra, estamos cumpliendo el ambicioso cronograma que nos impusimos y, de no mediar ningún imprevisto, estaremos en condiciones de cumplir el objetivo y poner en funcionamiento el gasoducto para antes del inicio del próximo invierno” explicó el presidente de Enarsa, Agustín Gerez.
Agregó que “esta obra es fundamental para el futuro de nuestro país, al permitir sustituir importaciones mediante la mayor producción de gas de Vaca Muerta”. Según indicaron desde la empresa, el gasoducto «se construye en forma simultánea en todos sus frentes«. Esta primera parte de la obra comprende 573 kilómetros de caños que unirán Tratayén en Neuquén y la ciudad Saliquelló en Buenos Aires.
Por otra parte, destacaron la tecnología aplicada en la obra, destinada a «reducir los tiempos, como las soldadoras automáticas, que por primera vez se utilizan en nuestro país y permiten realizar alrededor de 2.000 metros de soldaduras por día; y las plantas soldadoras de doble junta, que posibilitan soldar dos caños de 12 metros (tamaño con el que llegan de fábrica) para formar una sola pieza de 24 metros».
En todos los tramos se realizan tareas de desfile, lo que implica la colocación de caños junto a la traza, zanjeo, bajada de cañería y tapada, «estando así en marcha todas las instancias de construcción«, marcaron.
La línea llevará más gas desde Vaca Muerta a Buenos Aires: serán 11 millones de metros cúbicos en un inicio y 24 millones de metros cúbicos al finalizar las plantas compresoras, que registrarían también atrasos a raíz de las dificultades para adquirir insumos clave. Este gas tendrá como objetivo central reducir las importaciones de GNL (gas natural licuado) y gasoil que en 2022 se dispararon.
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