El fotógrafo que ama volver a El Cóndor y el maravilloso Faro Río Negro
Desde hace años, el fotógrafo Alejandro Carnevale viaja a las playas del Camino de la costa rionegrino para hacer fotos y siempre escapada al faro está en su itinerario.
Siempre que viajo a Viedma y al balneario El Cóndor trato de ir a hacer fotos al Faro Rio Negro, el más antiguo de la Patagonia.
Cuenta la historia que a finales de 1881 un barco danés naufragó muy cerca de la costa, donde el Océano Atlántico y el río Negro se unen. En ese momento el gobernador del Territorio de Río Negro, Lorenzo Vintter pidió construir un faro para guiar a los marinos que entrarían al puerto de Patagones por el río Negro. El faro fue inaugurado el 25 de mayo de 1887. Este año va a cumplir 136 años.
Regresando a mi relato sobre la atracción desde lo fotográfico del faro, viví seis años en Viedma y todos los veranos hacía los 30 kilómetros que separan Viedma del balneario El Cóndor para disfrutar de sus playas hermosas, tranquilas, seguras, con agua cálida y sobre todo, muy familiares, que para mí las hacen mas lindas y únicas.
Y casi siempre una escapada al faro para hacer unas fotos estaba en mi itinerario. Después el trabajo me llevó a vivir al Alto Valle, pero en los veranos y muchos inviernos regreso al balneario y a registrar el Faro Río Negro.
De todos los años que fui a fotografiarlo sólo una vez pude entrar y recorrer el interior de esta hermosura arquitectónica llena de historia ,me parece que fue en los 90. Nunca mas pude entrar.
Siempre que voy, en medio de la temporada turística cuando el recorrido por dentro puede ser bien recibida por los viajeros, lo encuentro cerrado. O justo llego el día que no abre.
El último viaje en mis vacaciones de este año ¿qué creen que pasó? Sí, estaba cerrado nuevamente, y Turismo de la Municipalidad de Viedma me dijo que está cerrado para las visitas. Así que dije, «bueno vamos a recorrer el exterior y a registrar su estructura que se impone sobre los acantilados como guardián y guía de los barcos que navegan y navegaron por las aguas de la Patagonia».
El día estaba oscuro por una tormenta que se armó después de un día con mucho calor, la oscuridad del cielo hacía un lindo marco que contrastaba con el blanco del faro haciendo más emocionante las imágenes y las sensaciones que en ese momento me trasmitía lo que veía.
Es una linda recorrida la del exterior del faro, unos senderos sobre la arena de los médanos llenos de plantas, uñas de gato y pastizales te permiten ir de un lugar a otro para ver desde distintos ángulos con distintos fondos el maravilloso Faro Rio Negro.
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