Inquietud en el TSJ de Neuquén por los cuestionamientos a la reelección de Moya
El vocal pidió un dictamen que avala la resolución adoptada por el cuerpo. Una decisión que puede teñir de sospechas el proceso electoral.
El vocal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén (TSJ), Evaldo Moya, le pidió al equipo de abogados de la secretaría de Superintendencia que elabore un dictamen en el que se emita una opinión sobre si su reelección como presidente del cuerpo, que tuvo respaldo unánime, infringe la ley ¿Cuál fue la respuesta? Un aval total, pulgar arriba.
Aquí hay dos grandes problemas. El primero: un dictamen se solicita previo a tomar una resolución. Si los cuatro vocales y la vocal tenían dudas, respecto de si Moya podía por primera vez en la historia continuar como presidente del TSJ, la consulta la debieron hacer antes, no después. Una solicitud oportuna tendría hoy otro valor.
El segundo es más cantado que «Despacito». ¿Qué funcionaria o funcionario con dependencia directa al tribunal cuestionaría una decisión ya adoptada por quienes se consideran los y las máximas intérpretes de la Constitución provincial?
En diciembre pasado Soledad Gennari, Alfredo Elosú Larumbe, Germán Busamia y Gustavo Mazieres votaron por la continuidad en la conducción del TSJ de Moya. La Constitución, en el artículo 239, establece que la presidencia «se turnará anualmente». La ley orgánica del Poder Judicial, además, indica que debe haber rotación «entre todos sus integrantes, no pudiendo volver a ser electo ninguno de ellos hasta que todos la hayan ejercido. El Cuerpo elegirá su presidente por simple mayoría».
Un grupo de legisladores de la oposición, identificados con la candidatura a gobernador de Rolando Figueroa, presentó un proyecto para que el TSJ informe los motivos por los que adoptaron esta decisión inédita, ya que Moya, que llegó a su cargo de la mano del sapagismo, será el presidente de la Junta Electoral en un año de elecciones. Es muy probable que esta iniciativa no reúna los votos para que sea aprobada en el recinto, pero si lo hace, ¿la respuesta será el dictamen tardío?
Los argumentos hasta ahora no fueron expuestos públicamente, algo que deberían haber hecho si se apartaban del criterio de la rotación.
Habrá que ver si esta manera de distribuir los cargos alcanza a teñir de sospechas el proceso electoral en marcha, y termina con recusaciones.
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