Estafas en una toma de Cipolletti: Otra grave denuncia contra los «dueños» por desalojos violentos
Vecinos del barrio La Cascada aseguran que existe un “siniestro” sistema de compra y venta de lotes. Amenazas, robos y violencia extrema, algunas de las denuncias de los vecinos.
En Cipolletti es una de las ciudades con mayor cantidad de asentamientos en la provincia, pero La Cascada no es uno más. El loteo se presenta como el lado oscuro y más vulnerable de la falta de políticas públicas de acceso a la vivienda. Los propios vecinos del barrio aseguran que hay un negocio inmobiliario que funciona como una “mafia organizada” por parte de los “dueños” del lugar.
Cámaras de seguridad, un grupo de vigilantes en el ingreso, y un perímetro de alambre con un portón cerrado forman parte de la fachada de este barrio ubicado en la zona noreste de Cipolletti donde viven más de 300 familias.
Nelson y su familia aseguran son una de las víctimas de este sistema que opera, según cuentan los testigos, de forma “salvaje”. El hombre compró un terreno por cien mil pesos, pagó 50 mil pesos y luego abonó cuotas para cancelar el resto y mantener el lote en condiciones.
El 6 de enero de este año, no solo se lo arrebataron sino que lo golpearon y le «gatillaron» con un arma de fuego. «Antes de que nos saquen, ya nos habían amenazados con prendernos fuego la casa», describió Nelson.
Este no es el único caso, según cuentan, hay más de 80 casos de violencia en La Cascada. El caso más impactante se dio a principios del 2022, cuando a una vecina no solo le arrebataron su terreno, sino que también la abusaron sexualmente cuando intentó resistir la usurpación. La fiscalía archivó la denuncia por abuso porque los peritajes no eran concluyentes y derivó el proceso a la unidad temática que se encarga de usurpaciones.
Según explican vecinos, constantemente se registran robos, “es tremendo lo que sucede ahí adentro, cambian la cerradura del ingreso y les dan copia solo a algunos. Estuve tres meses encerradas sin poder trabajar porque me amenazaron con prenderme fuego la casa y a mí. Tenía que salir y entrar a escondidas”, declaró una vecina.
Nelson, explicó que su terreno se lo compró a María Espinoza, señalada como la “dueña” del barrio. La mujer fue denunciada en un caso por una vecina, que según describió, la golpeó con un fierro en la cabeza y terminó en el hospital. “Son lotes que pueden ser accesibles para personas con pocos recursos entonces entran, después pasan estas cosas. A muchos se los sacan. Es tremendo porque tienen muchísimas denuncias y no pasa nada, la fiscalía no investiga”
El denunciante comentó que solicitó custodia policial en la comisaría cuarta para su terreno pero no enviaron efectivos policiales, «me robaron todo, estuve seis días con mi familia durmiendo en las chacras por el miedo y ahora estamos viviendo en el auto».
«Históricamente en La Cascada hay un negocio inmobiliario de los referentes. Venden, sacan y revenden los terrenos”.
Lila Calderón, referente barrial de Cipolletti.
La referente barrial y social de Cipolletti Lila Calderón aseguró que “históricamente en La Cascada hay un negocio inmobiliario de los referentes. Venden, sacan, acomodan y revenden los terrenos, habla muy mal de todo lo que nosotros venimos luchando por el acceso a la tierra y la vivienda”.
Calderón, en diálogo con RÍO NEGRO, detalló que la medida que van a tomar es «hacer una presentación a la secretaría de integración sociourbana porque ellos tienen certificado de vivienda«.
Un barrio popular con “cuota” mensual y acceso restringido
En pleno auge de las restricciones por la pandemia del coronavirus, a mediados de 2020, los referentes del barrio decidieron cerrarlo con un alambrado. Además colocaron un portón con llave que solo tenían copias los vecinos.
Los habitantes cuentan que el argumento fue controlar el ingreso y salida de personas para evitar un foco de contagios de coronavirus. Sin embargo, los vecinos aseguran que fue el inicio de un mecanismo para aumentar el poder sobre los terrenos.
“Tenían que llevarte bien con ellos para que no te pase nada, y si tenías algún problema no te daban copia de llaves y amenazaban al resto de los vecinos para que no lo hiciera”, contó una de las vecinas que vivía en el barrio.
También relatan, varios habitantes, que hay un sistema de cuotas mensuales, que tenían como finalidad hacer mejoras en el asentamiento: “Se quedaban con la plata porque nunca veías esas mejoras, y si preguntabas era para problemas”, contó otra mujer que aún vive en La Cascada.
En 2018, unos meses después del asentamiento del barrio, la justicia dictó un desalojo que como ocurre en la mayoría de las tomas no se concreta. A comienzos de ese año el fiscal jefe Gustavo Herrera abrió una mesa de diálogo entre los vecinos y quien dice tener la posesión de las tierras. El objetivo era comprar los lotes para evitar el conflicto penal.
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