El juicio por Fernando Báez Sosa: una mirada desde la masculinidad hegemónica
¿Se puede ser varón sin ser un macho?... La naturalización de comportamientos machistas violentos nos obliga a cuestionar privilegios impuestos. Federico Sacchi, experto de "DIGO", nos trae reflexiones en torno a esta temática.
Después de tres años, comenzó este lunes uno de los juicios más importantes y esperados en el último tiempo en el país, en el que se investiga la muerte de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020.
Los ocho rugbiers imputados estuvieron presentes en la sala del Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores. Los jueces rechazaron todos los planteos de la defensa y declararon los padres de la víctima.
Este caso ha despertado un grado de repercusión pública que puede colaborar a poner en agenda cuestiones vinculadas a repensar algunas prácticas violentas impuestas en la sociedad actual. Federico Sacchi es coach , mediador y especialista en masculinidades y cambio social. Nos trae una mirada del caso desde la construcción de estereotipos que pueden desencadenar en situaciones de extrema violencia.
¿Qué es la masculinidad hegemónica?
El concepto surge cuando un modelo de comportamiento masculino logra imponerse, originando una situación de desigualdad, como el reproducir modelos de atractivo de hombres violentos.
La construcción de la masculinidad es un proceso complejo en el cual se combinan el poder, el dolor y el gozo en el marco no sólo de la socialización, la exigencia social y los estereotipos dominantes, sino también de la propia construcción de las subjetividades acordes con las representaciones hegemónicas de lo que implica ser varón, es decir hombre de verdad, hombre con letras mayúsculas.
«En una sociedad en donde la masculinidad hegemónica toma protagonismo e impone a mostrar como se enaltecen los atributos masculinos, es necesario que los varones, para ser reconocidos y valorizados, demuestren de manera permanente, incluso obsesiva, que, en contraposición con las mujeres, son racionales, agresivos, valientes, activos, fuertes, atrevidos, aguantadores, independientes; pero sobre todo, tienen que demostrar control sobre sus emociones y afectos, lo que supuestamente les permite protegerse y ejercer cierto dominio», reflexiona Federico.
¿Se actuó en manada?
Hace tres años, Fernando Báez Sosa salió a bailar a una discoteca de la localidad, donde pasaba sus vacaciones. Horas más tarde, terminó muerto sobre una vereda a metros del lugar. El muchacho había sido atacado por el grupo de deportistas, que no pararon de agredirlo hasta acabar con su vida.
En la cobertura informativa del caso, muchos hablan de manada… ¿Es un concepto correcto para abordar la reacción violenta? Federico asegura que es un error tipificar de esa forma este accionar. «No actuaron bajo un instinto animal ni desconocieron su fuerza y su poder colectivo. Sabían de las consecuencias de sus actos. No es violencia en manada, es violencia en grupo. No son animales, son varones».
El estudio de las nuevas masculinidades y la posibilidad de hacer un cambio fuerte
Federico comenta que es una temática muy nueva en estudio, pero que cada vez toma más impulso. Surge principalmente a partir del activismo de movimientos feministas que comenzaron a tomar mucha fuerza en los últimos años.
La sociedad se está manifestando, las estadísticas hablan y es necesario comenzar a trabajar con quienes reproducen las situaciones de violencia a partir de repensar nuestras prácticas».
Federico Sacchi, experto de «DIGO».
Es muy difícil dejar de lado las enseñanzas machistas que nos inculcaron toda la vida. Si bien la deconstrucción de nuestros prejuicios es algo constante e infinito, podemos facilitar los procesos a otras generaciones y enseñar a crecer fuera del machismo desde temprana edad.
“Lo que más me motiva a estudiar las nuevas masculinidades es comenzar a visualizar lo que está ocurriendo en la actualidad en materia de violencia de género. Es fundamental trabajar en las costumbres violentas que las personas ejercen desde el lado del varón”, asegura Sacchi.
“En principio, hay que enseñarles a los más pequeños a respetar a las personas por igual sin importar su género u orientación y a exigir que se las trate de la misma manera; o alentar el hablar de sus sentimientos y emociones sin censurarlos por ser niños ni sugerir que solo las niñas son sensibles”, señala Federico.
Escuchá de que se trata «Deconstruíte, macho!», el espacio de Federico en «DIGO», la app de «RÍO NEGRO». Encontrá todos los capítulos haciendo clic acá:
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