Las predicciones para el 2023 año del Conejo de Agua, signo por signo, según el horóscopo chino
A fines de enero, ingresaremos bajo la influencia del Conejo de Agua Traerá cambios y preparación para lo que viene a cada uno de los integrantes del reino oriental.
El año del Conejo deparará varios cambios y sorpresas.-
El próximo 22 de enero se iniciará el período del Conejo de Agua, según el horóscopo chino. Tal como lo anticipó Ludovica Squirru nos preparará para el transcurso del 2024, año del Dragón de Madera, donde se espera un ciclo que modificará la realidad de la humanidad.
El conejo es un animal que ocupa el cuarto lugar dentro del horóscopo chino, cuya influencia la sienten las personas nacidas durante los años 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011, y 2023, y así cada doce años.
Quienes hayan llegado al mundo en estos períodos se consideran «conejos» en la astrología oriental, y se cree que su personalidad incluye características como ser vigilantes, ingeniosas y de mente rápida.
“El conejo es como el pasaporte a la verdadera realidad de lo que vamos a tener que vivir todos como humanidad, porque nadie se salva. Y, en lo personal, la posibilidad de un cambio trascendente” reveló al respecto Squirru, como anticipo de su libro «Horóscopo Chino 2023: Conejo de Agua«, de Ediciones B.
Que deparará el 2023, según el horóscopo chino
A continuación, repasamos brevemente algunos de los desafíos que enfrentarán los signos durante el año próximo.
Rata: debido a que están «en oposición a Tai Sui», las ratas encontrarán más problemas espinosos este año. Se recomienda usar adornos de buey de la suerte.
Buey o Búfalo: este año su fortuna irá en aumento. Sin embargo, aún tendrán que trabajar duro y aprovechar las oportunidades para progresar en su carrera.
Tigre: tienen una perspectiva absolutamente satisfactoria para el año próximo, aunque habrá algunos tiempos de descenso, la tendencia general es la suerte en ascenso.
Conejo: este es el ‘año de nacimiento’ para este signo. Se cree que ofenden a Tai Sui, el dios de la edad en la mitología china, por lo que se anticipan muchos desafíos y frecuentes cambios de vida.
Dragón: por lo general, el año podría ser un poco hostil para este signo, ya que debería ser totalmente desfavorable debido a la oposición de Tai Sui. Sin embargo, no se preocupen demasiado, las estrellas de la suerte también brillarán sobre ustedes.
Serpiente: se estima que este año sus vidas serán más tranquilas. Las perspectivas de desarrollo profesional serán bastante buenas.
Caballo: este que iniciamos será un año de fortunas cambiantes para los caballos. Con un esfuerzo constante, podrán salir ilesos de este ciclo arriesgado.
Cabra: la fortuna se desarrollará de manera bastante errática. Entonces, tendrán que mirar las cosas pragmáticamente. Mientras puedan madurar en situaciones difíciles, este año irá bien.
Mono: las perspectivas para la suerte fluyen, este año, en tres direcciones sin control: caer, subir y permanecer igual.
Gallo: quizás uno de los signos que peor la pase este año entrante. Lamentablemente, será muy desfavorable astrológicamente. Luchará por progresar en su ámbito profesional.
Perro: su suerte será relativamente estable, pero aún conserva parte de la desgracia del año en curso especialmente en las perspectivas de salud y riqueza, por lo que deberán tener cuidado con estos aspectos.
Chancho: si están bajo la influencia de este signo, prepárense para un año de suerte más estable. En su carrera, disfrutarán de una buena cooperación con sus colegas y líderes, junto a la oportunidad de una promoción o aumento.
La predicción de Ludovica Squirru
Según confirma la autora en su libro, el Conejo es un animal al que «le repugnan el desorden y la violencia». Sin embargo, el animalito anfitrión «aportará su influencia mágica en nuevos sueños y utopías».
En su publicación, la astróloga indicó que habrá «situaciones nuevas, inesperadas, para las que el conejo empezará a darnos tips, en forma consciente o inconsciente (a través de sueños, por amigos, etc.), para prepararnos para el 2024″.
“El Conejo es como el pasaporte a la verdadera realidad de lo que vamos a tener que vivir todos como humanidad, porque nadie se salva. Y, en lo personal, la posibilidad de un cambio trascendente” adelantó.
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