Messi, un ‘parisino’ contra Francia en la final del Mundial

La Torre Eiffel brilló por Lionel Messi: la iluminación de la ‘Dama de hierro’ en homenaje al séptuple Balón de Oro, en noviembre de 2021, resume los afectuosos lazos entre Francia y el argentino del París SG, que el domingo desafiará a su país de adopción en la final del Mundial de 2022.

Messi y París

Durante mucho tiempo, Messi estuvo vinculado al Barcelona, donde llegó con 13 años, y a España, que incluso intentó convencerle para que jugara con la Roja.
Pero en agosto de 2021 ocurrió lo que parecía imposible: el Barça, con grandes dificultades económicas, no pudo renovar el contrato del astro argentino y el PSG, al acecho, logró convencer al rosarino para que jugara en la capital francesa con un contrato descomunal.


Messi en la Ligue 1, ¿quién lo hubiera dicho? En Reims, para su debut con la camiseta parisina, en Clermont o en Ajaccio, el público se agolpa para admirar al icono.
«Es una liga que ha mejorado mucho en los últimos años, gracias también al impulso del PSG. Hace que toda la liga sea más competitiva», analizó Messi.


En París, el argentino conquistó nuevos títulos (Ligue 1, Trofeo de Campeones), armó un ataque temible con Neymar y Kylian Mbappé (el trío ‘MNM’) y ganó su séptimo Balón de Oro en otoño de 2021 en el Teatro de Châtelet, un galardón que se celebra en la capital proyectando el rostro del ganador en el Palacio de Chaillot y haciendo brillar la Torre Eiffel con multitud de luces.


La adaptación de la superestrella y su familia al nuevo entorno llevó algunos meses, el tiempo necesario para que encontraran una casa en Neuilly-sur-Seine, más adecuada que el gran hotel parisino donde el argentino descubrió inicialmente el atractivo de la capital… y sus atascos.
Su contrato se extiende actualmente hasta junio de 2023, con opción a renovar por otro año más, pero Messi (35 años) ya ha dicho que no decidirá su futuro hasta después del Mundial de Catar.

Messi y los franceses

En París, el argentino ha encontrado un vestuario muy internacional e hispanohablante, donde hasta Kylian Mbappé habla perfectamente español. Messi le había elogiado ya en 2017, incluyéndole en la lista de jugadores «que pueden aspirar» al Balón de Oro.


Antes de eso, Messi coincidió con muchos franceses en el Barça: Ludovic Giuly, Lilian Thuram, Thierry Henry, Eric Abidal, Jeremy Mathieu, Lucas Digne, Samuel Umtiti, Clement Lenglet, Ousmane Dembélé, Antoine Griezmann…
Ninguno de ellos desarrolló una relación especial con ‘Leo’, salvo quizá Dembélé, a quien tomó bajo su protección.


Messi «me aconseja un poco más», dijo el extremo francés en 2021. «Sobre todo en la colocación, en cuándo pasar. Porque me gusta regatear, me gusta, cuando tengo el balón, ir un poco solo. (Messi me dice) a veces que me tranquilice, que salga, que espere a un compañero».


Con Antoine Griezmann, en cambio, los lazos son más distantes, sobre todo desde el regreso del francés al Atlético de Madrid.
Antes de la final, el galo mostró su admiración por quien fue su compañero en Barcelona: «Un equipo en el que está ‘Leo’ es diferente», dijo Griezmann el miércoles, describiendo a Messi como «el mejor del mundo» y un «jugador que destaca por encima de los demás».

Messi y los ‘Bleus

«Francia tiene jugadores impresionantes e ideas muy claras»: incluso antes de que empezara el torneo, Messi había situado a Francia entre los favoritos.
El capitán argentino conoce muy bien a su futuro rival, que derrotó a Argentina en los octavos de final del Mundial de Rusia 2018 (4-3).Messi no defraudó ese día, dando dos asistencias, pero Mbappé, autor de un doblete, fue la estrella del encuentro y desesperó a los argentinos con su velocidad.


La primera vez que Messi se enfrentó a los ‘Bleus’ fue en un amistoso disputado el 11 de febrero de 2009, en Marsella (2-0 para Argentina). Era una fecha especial: se trataba de su primera convocatoria a las órdenes de Diego Armando Maradona (2008-2010), por lo que era la primera vez que estos dos mitos de la historia del fútbol coincidían en un mismo equipo.


Marcó un gol al estilo Messi, superando a la defensa francesa a una velocidad de vértigo y rematando con un disparo raso al palo corto del arquero.
El martes pasado, contra Croacia, en la jugada del pase decisivo para el 3-0, donde superó, tras varios recortes y cambios de ritmo, a Josko Gvardiol, Leo Messi volvió a recordar lo que es capaz de hacer cuando está inspirado.


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