Devaluación y cepo: a qué refiere la unificación cambiaria de la que habló Alberto Fernández
Durante el fin de semana, se dio a conocer un reportaje en el que el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, manifestó las intenciones del Gobierno de lograr una unificación del mercado de cambios. No brindó precisiones pero sí pistas sobre cómo y cuándo podría implementarse. Se refirió a devaluación y cepo cambiario.
En una entrevista brindada al diario Perfil y publicada este fin de semana, el Presidente Alberto Fernández dio definiciones sobre el rumbo económico que pretende seguir en su último año de mandato, y uno de los tópicos que más repercusiones generó fue la unificación del mercado de cambios. «Estamos trabajando para que el mercado cambiario se unifique, y queremos llegar a ese objetivo, claro que sí», dijo Fernández. Al respecto, no brindó muchas precisiones pero sí dio algunas definiciones inexactas. Se generaron, entonces, muchas dudas acerca la manera en que se llevaría adelante tal unificación. ¿Incluye devaluación y/o relajación del cepo cambiario?
Hay dos temas de fondo en esta cuestión: la escasez de dólares y la alta inflación. A priori, dos temas que dificultan que la unificación se haga mediante una devaluación en lo inmediato. Con tan bajo nivel de reservas internacionales en las arcas del Banco Central, el salto devaluatorio requerido del tipo de cambio oficial sería insoportablemente alto. Con la actual dinámica de precios, tal depreciación derivaría muy probablemente en un proceso hiperinflacionario. Una primera conclusión es que la unificación no se llevaría a cabo ahora; o al menos, no es lo que está en los planes. ¿Pero entonces cuándo? Fernández dijo que «lo que más quisiera» es hacerlo en 2023.
Otra duda que generaron los dichos del Presidente de la Nación es si esa «unificación» no es más que un elegante vocablo empleado para hablar de una devaluación. En un tramo del reportaje, el entrevistador le pregunta si los tipos de cambio diferenciales implementados por el Gobierno nacional «son un proceso de devaluaciones en sectores que puedan llevar a la unificación cambiaria», a lo que Fernández responde «deberíamos tener un mercado de cambios único».
El plan de shock, cuando revisamos para atrás, siempre supuso devaluación y más pérdida de los ingresos de los sectores más débiles, por eso somos tan renuentes a eso.
Alberto Fernández, Presidente de la Nación.
Parece un indicio de que la unificación implicaría una mayor devaluación del tipo de cambio oficial, y las alternativas son mediante un salto discreto o bien a través de una aceleración del crawling peg. ¿Pero acaso es factible que ello ocurra en 2023, un año electoral? «El plan de shock, cuando revisamos para atrás, siempre supuso devaluación y más pérdida de los ingresos de los sectores más débiles, por eso somos tan renuentes a eso», agregó el Presidente. Aunque aclaró que se busca evitar una devaluación brusca o más veloz, no la descartó de lleno. Sucede que unificar con un tipo de cambio real tan atrasado como el actual no tendría mucho sentido, pues no es sostenible para las cuentas externas de Argentina.
El Gobierno apunta a acumular reservas para reducir el costo social de esa «unificación». Pero sin una previa mejora del tipo de cambio real, es evidente que tal acumulación no se buscaría vía superávit comercial, más allá del «dólar soja» y demás arbitrios de corto plazo. De la entrevista se desprende que las cartas del oficialismo para lograrlo son dos: en primer lugar, un préstamo proveniente de Brasil, una vez que Lula Da Silva haya asumido la presidencia de ese país, y en segundo lugar (y no menos importante) un sistema de blanqueo de capitales y penalidades facilitado por el acuerdo de Intercambio de Información Tributaria con los Estados Unidos.
Los dólares los necesitamos para traer insumos y seguir aumentando la producción y el trabajo en la Argentina, antes que para el placer, para la distracción y, si me permiten, también para el ahorro.
Alberto Fernández, Presidente de la Nación.
Si se lograra con tales alternativas una acumulación de reservas a un buen nivel, ¿la unificación cambiaria que pretende el Gobierno buscaría relajar o suprimir el cepo? «Los dólares los necesitamos para traer insumos y seguir aumentando la producción y el trabajo en la Argentina, antes que para el placer, para la distracción y, si me permiten, también para el ahorro» dijo el Presidente en el reportaje. Y en otro tramo del mismo, agregó que «Cristina (Fernández de Kirchner) durante toda su gestión tuvo un mercado de dólares único», obviando los años en que rigió el control de cambios, con la presencia de un mercado de cambios paralelo o «blue». Queda claro que suprimir el cepo no está en carpeta, pero relajarlo asoma como una posibilidad, sobre todo para el sector productivo.
«No hemos sido nosotros los que creamos todo esto, porque gran parte de esto lo heredamos», dijo Alberto Fernández en referencia al control de cambios que rige desde los últimos meses de la gestión de Mauricio Macri, y consideró que el mismo debió profundizarse por la pandemia. Lo cierto es que la escasez es un término relativo, y el problema de las magras reservas en las arcas del Banco Central es más grave si se considera el crecimiento de la deuda en dólares durante el gobierno de Cambiemos/Juntos por el Cambio.
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