Día del Petróleo: en la víspera de un año bisagra entre el acelerador y el freno
Un nuevo Día del Petróleo encuentra a la industria en un momento clave, ante el gran potencial exportador. Mientras varias firmas redoblan planes de inversión para el 2023, son varios los obstáculos que aparecen en un año signado por las elecciones.
Hoy, 13 de diciembre la industria hidrocarburífera argentina conmemora un nuevo Día del Petróleo, en recuerdo de lo ocurrido allá por 1907 cuando por primera vez brotó crudo de las entrañas de la tierra nacional. Más de un siglo después, el festejo encuentra una industria robusta, de pie tras una brutal pandemia, y ante un escenario prometedor pero desafiante, tanto como vivir en Argentina.
El almanaque marca que el festejo se da nada menos que en un martes 13, y sea quizás esas la mejor síntesis del escenario que hoy tiene ante sí el sector: la posibilidad de multiplicar por dos (o por tres) la producción nacional, y hacer de Argentina un país exportador primero de petróleo y luego de gas.
Pero como buen martes 13, el riesgo de apostar a un caballo rengo también está, en especial en la víspera de un año que estará signado por las elecciones nacionales y provinciales.
Días atrás el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, planteó en un acto ante las operadoras que Vaca Muerta superó en este 2022 los 5.000 millones de dólares de inversión, y que las empresas deben elevar aún más sus inversiones con la meta de que el año que viene se llegue a los 7.000 millones de dólares.
Las esperanzas no son solo del ‘gobernador de Vaca Muerta’, sino también del presidente del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, quien planteó que “tranquilamente se puede llegar a ese nivel de inversiones o más, y duplicar o triplicar la producción nacional”.
El dato
- 618.800
- barriles de petróleo por día alcanzó la producción de todas las cuencas del país en octubre pasado.
Mientras López Anadón remarca que “cambió la lógica y es hora de pensar en una Argentina petrolera y no solo con petróleo”, las amenazas del martes 13 aparecen como frenos de mano en la carrera del crecimiento y son varias.
Los asteriscos del futuro se pueden vislumbrar tanto en el plano exterior con una marcada inflación en costos clave, como el de equipos e insumos, y a nivel nacional en donde huelgan los motivos en un plato de factores sazonado por las elecciones.
Mientras hay quienes temen que el clásico “wait and see” preelectoral meterá la cola en medio del desarrollo acelerado que viene teniendo la industria, también hay una serie de operadoras que ya anticiparon planes para el 2023 que parecieran desafiar al pesimismo.
Uno de estos casos es de YPF. En palabras del presidente de la petrolera de bandera, Pablo González, la compañía buscará elevar un 25% sus inversiones en el 2023, para llegar a los 5.200 millones de dólares, muy por encima de los 3.700 que se habían planificado este año y que al cierre del mes llegarían en realidad a más de 4.000 millones.
Apalancada por la final puesta en marcha de los beneficios del Decreto 929, Chevron también anunció que elevará en unos 300 millones de dólares sus inversiones para el 2023, impulsando en especial su nuevo desarrollo en Vaca Muerta, El Trapial Este, en donde los mamelucos llevan en grande el logo de la norteamericana.
Pero los planes de crecimiento no quedan solo en esas dos firmas. TotalEnergies apuesta a duplicar la producción de gas que está teniendo en Aguada Pichana Este y llegar el año que viene a los 16 millones de metros cúbicos por día. Un nivel que hoy solo ha tenido un bloque de la formación, Fortín de Piedra, de Tecpetrol.
En esa carrera por el gas, que deberá aguardar a la finalización del gasoducto Néstor Kirchner, también se anotó otra firma de peso como es Pampa Energía que anunció inversiones por 550 millones de dólares para el 2023.
La firma que interviene a través de Sacde en la obra clave, apunta a incrementar más de un tercio su producción de gas, para pasar de los actuales 11 millones de metros cúbicos a 15, en tan solo un año.
Con la mira fija en el petróleo la angloholandesa Shell también pisa el acelerador para llenar a tope su nueva capacidad de procesamiento, aunque al ritmo que lo permita la ampliación de la capacidad de transporte.
Algo que también incidirá en el plan de más de 500 millones de dólares que proyecta Vista para el 2023 en miras a disparar su producción entre un 15 y un 20% en el año, para consolidarse como la tercera productora de petróleo de Argentina.
Otra de las grandes operadoras del país, como es Pan American Energy (PAE) también cuenta con un robusto plan para el 2023, con casi 30 pozos a realizar tan solo en las áreas que opera de Vaca Muerta.
Este nuevo aniversario del Día Nacional del Petróleo tiene un sabor un tanto impensado hace algunos años atrás. Y es que por primera vez es tan claro el potencial productivo que se tiene entre manos, en especial con el desarrollo de Vaca Muerta y guardando una carta bajo la manga con el offshore.
Sin embargo, como bien marcó López Anadón, el desafío ya no es el autoabastecimiento, sino que el crecimiento por delante se enmarca netamente en un proyecto exportador que obliga a contemplar y resolver una serie de condiciones fundamentales.
Ya no se trata como ese 13 de diciembre de 1907 de intentar dar con hidrocarburos, sino que el desafío que tiene el país por delante es hacer que sus desarrollos, encabezados por Vaca Muerta, sean un atractivo a nivel mundial para lograr que las inversiones -cada vez más escasas a nivel mundial- se destinen a Argentina y no a otros países.
El año en ciernes marcará como una bisagra, si la puerta se abre para que Argentina entre en la escena mundial o si, al contrario, se trata de una ventana que se va cerrando.
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