Combustibles: el gasoil en Neuquén aumentó hasta un 126% y las naftas otro 85% en el año 

Con el último aumento del precio de los combustibles que aplicaron todas las banderas del país, los surtidores de la ciudad de Neuquén acumularon un incremento de hasta 126% en el caso del gasoil y de otro 85% en las naftas. En total se registraron ocho subas a nivel país en el 2022, de las cuales una fue exclusiva para el gasoil. 

Acorde a los registros oficiales, los productos de primera línea son los que tuvieron los aumentos más importantes. Mientras que los de menor calidad subieron por debajo de la inflación, en términos interanuales.  

En detalle, con la suba de la madrugada del 4 de diciembre, los precios de los combustibles quedaron así: $131,50 la súper; $168 la premium; $173,60 el gasoil de grado 2; y, por último, $232,20 el de grado 3.  

Mientras que los precios en enero, antes de que comiencen los aumentos, eran de $76,10 la súper; $90,60 la premium; $86,60 el gasoil de grado 2; y $102,70 el de mayor calidad. 

Los datos se extrajeron de la secretaría de Energía de Nación y fueron recopilados por Energía On. Los porcentajes que se anuncian en este artículo fueron calculados en base a los precios en surtidor de Neuquén. 

Si compramos los precios actuales con los de enero, vemos que los aumentos en el 2022 de la nafta fueron de 72,80% para la súper y de 85,43% para la premium. Y en el caso del gasoil fueron de 100,46% para el de grado 2, y de 126,10% para el de grado 3. 

Entre enero y diciembre, las naftas registraron siete aumentos, mientras que el gasoil, ocho. Esto se debe a que en junio se actualizaron los precios del gasoil para hacer frente a la mayor importación que hubo por la demanda récord del combustible. No siempre se aplicaron a principios de cada mes. 

Además de la suba de diciembre, el gobierno nacional autorizó aumentos para enero, febrero y marzo. Los primeros dos serán de un promedio de 4%, mientras que el tercero de 3,8%. 

Por qué aumentan los combustibles 

El precio del petróleo tiene una gran incidencia en la formulación de precios en los surtidores. Se trata de un commodity que cotiza en dólares. Si bien a nivel local existe un precio paralelo, se venden al consumidor en pesos, lo que juega en contra en la rentabilidad del sector.  

La inflación es otro factor importante que se asocia a lo que marcamos arriba: suma mayor presión a los costos, no solo vinculados a los procesos de producción, transporte, sino también salariales. 

En paralelo, este año hubo un aumento en la demanda de ambos combustibles, incluso sobre valores de 2019.  

Algo que se detectó a principios de año, y continúa en la actualidad, es que por la brecha de precios que hay en el país respecto a otros países de la región, la venta de combustibles en las provincias limítrofes se incrementó a niveles inéditos.  

Esta diferencia de precios tracciona el consumo por parte de los vehículos de patente extranjera. Los casos más representativos son el de Misiones y Formosa, que superan cerca de un 24% las ventas respecto a 2019.  

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Otro dato a tener en cuenta es que el precio de los combustibles recibió otras presiones como el aumento que registraron los biocombustibles. Y también el Estado descongeló parte de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Ambos elementos encarecen los costos de la producción de la nafta y gasoil.  

Incluso, desde el ajuste en el precio de los surtidores que se aplicó en noviembre, el biodiésel aumentó un 14,4%. En términos interanuales, el precio del bioetanol de caña de azúcar y el de maíz acumularon aumento del 97,6% y del 99,6%, respectivamente.