Fallo dividido: Elías no murió por los golpes con la pala de Agüero en Plottier
Llegó la resolución judicial para el hecho ocurrido en Plottier en octubre del 2021. La víctima no falleció víctima de homicidio. Uno de los jueces alertó sobre "los déficits del Estado para prevenir delitos".
Después de un largo rodeo, la causa judicial finalizó como había empezado. Fernando Agüero (34) fue declarado responsable de lesiones graves en perjuicio de Elías Jiménes Canales (23), a quien golpeó con una pala en Plottier. La víctima murió al día siguiente, pero de acuerdo con los médicos forenses, si hubiera recibido atención adecuada estaría vivo, y el Tribunal de juicio llegó a la conclusión de que el imputado no tuvo intención de matar.
Lesiones graves (que tiene una pena de 1 a 6 años) fue la imputación original de la fiscal Eugenia Titanti contra Agüero. Pero Alfredo Cury, abogado de la familia de la víctima, logró que la causa sea elevada a juicio por homicidio simple (8 a 25 años).
Después de cinco días de juicio oral, como informó Río Negro, el fiscal Andrés Azar acusó al imputado de tentativa de homicidio; Cury insistió con el homicidio simple, y la defensora pública Eliana Lazzarini argumentó por la absolución.
El fallo que resuelve el caso se conoció este lunes. Los jueces Richard Trincheri y Fernando Sommer declararon a Agüero responsable de lesiones graves; en minoría quedó Giorgetti, quien votó para que lo condenen por tentativa de homicidio simple.
Un hecho violento en Plottier
El hecho ocurrió el 24 de octubre del 2021 cerca de las 19 en el barrio Toma Roca de Plottier. Casi todos los involucrados -víctima, imputados, testigos- se conocen o son familiares entre sí. Existieron denuncias de amenazas antes y durante el juicio. Tal como se afirmó en los alegatos y reafirmaron los jueces en el veredicto, quedó la sensación de que algunos testigos no declararon libremente todo lo que saben.
Elías llegó a la vivienda en la que estaba Agüero a pedir que le entregaran cocaína de fiado, porque no tenía dinero. El inmueble queda al lado de su antiguo domicilio; se dice que los Agüero le quisieron comprar la casa a la madre del joven a cambio de droga, pero ella se la vendió a otra persona.
Hubo una discusión en el patio. Llegó Francisco, novio de una sobrina de Agüero. Su moto Honda Wave 110 estaba estacionada allí.
La pala rota
Fernando Agüero salió del interior de la vivienda. Sin mediar palabra (según la querella) o tras pedirle que se calme (según la defensa), le pegó tres veces en la cabeza con una pala a Elías, a, punto de romperla.
Para la querella, lo hizo con intención homicida y le provocó heridas de suficiente entidad para causarle la muerte. El juez Giorgetti coincidió con el dolo homicida, pero se guió por el informe forense que dice que las heridas no tenían gravedad, por sí mismas, para un desenlace fatal.
Su colega Richard Trincheri, en cambio, dijo que si Agüero hubiera tenido intención de matar a Elías, podría haber utilizado una escopeta cargada que tenía en su casa. Estaba en desventaja física que no emparejaba como una pala: mide 1,62 y pesa 66 kilos, contra 1,78 que medía la víctima, quien pesaba 90 kilos.
«Quedó más que claro que puso en peligro la vida de la víctima, pero no tuvo intención de matar», afirmó Trincheri, con la adhesión del juez Sommer.
Las otras lesiones
Elías sufrió más lesiones esa tarde. Después de retirarse de la casa de Agüero peleó con su hermano, quien lo golpeó con un casco de moto en la cabeza. Y minutos después, mientras se alejaba en el rodado, se llevó por delante un lomo de burro construido por los vecinos, cayó y volvió a golpearse en el cráneo. Murió al día siguiente en el hospital Castro Rendón.
La conclusión de los jueces es que no falleció víctima de un homicidio, sino por la sumatoria de golpes recibidos ese día, y por no haber recibido atención médica adecuada a tiempo.
El déficit del Estado
En su voto, el juez Sommer reflexionó sobre «el déficit del Estado en prevenir el delito e investigarlo».
Reseñó que el hecho ocurrió «en un lugar público, en una vivienda donde se sabía que se vendía droga; otra vivienda donde residían anteriormente los familiares de la víctima fue incendiada; existían montículos en la calle practicados por vecinos sin conocimiento del Estado (el lomo de burro fue quitado por la Municipalidad de Plottier inmediatamente después del hecho); no se recibió una denuncia penal con el argumento de que no había testigos… Son cosas que me llaman la atención, parecía un lugar donde no llegaba el Estado».
Luego se refirió «a lo que sucedió en el juicio; vimos testigos como temor, que no pudieron compartir una sala de audiencias».
«Sugiero respetuosamente al Ministerio Público Fiscal que luego de este veredicto se aborden medidas de seguridad para todas las personas», concluyó.
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