Denuncian derrame de líquidos cloacales en un desagüe rodeado de familias en Roca
La situación tiene su foco en calle Limay, a la vera de la Ruta Provincial 6. Los vecinos de la zona oeste están preocupados por su salud ante la proliferación de insectos.
El malestar de los vecinos de barrio El Porvenir superó la paciencia. Ya están hartos de convivir con los líquidos cloacales en un desagüe ubicado en calle Limay. Aseguran que hay abandono por parte de las autoridades provinciales y municipales. Se le suma la acumulación de basura en las vías del tren.
Al malestar que provoca el olor que emane el desagüe frente a la calle Limay, se sumó la basura frente a calles 9 de Julio y 25 de Mayo, en el barrio El Porvenir. Las familias que viven en ese sector, a la vera de la Ruta Provincial 6, describieron que transitan una de las etapas más críticas, cerca de los días con pronósticos más agradables.
«Están desagotando las cloacas en la calle Limay, en las esquinas de Mitre y Damas Patricias. Aguas Rionegrinas tiene un desagote en el desagüe. Acá encontrás de todo y, cuando hay tormenta se inundan las casas», explicó Héctor Carrasco, un vecino que reside hace más de 60 años en el barrio El Porvenir.
Héctor aclaró que hace años que viven con las ventanas cerradas, por la imposibilidad de ventilar los ambientes ante los olores nauseabundos. El vecino dijo que, hace unos días, observó a operarios de ARSA trabajar en el lugar -con el vertido de cloro-, pero que no ofrecen ninguna solución integral.
«El municipio de Roca tampoco le da bolilla a nada acá. Pareciese como que no existimos. El problema es peor cuando llueve porque viene todo el recorrido de la defensa de Gómez. Se estanca porque no tiene salida», comentó el vecino.
Otra de las problemáticas que se registraron en esta zona de la ciudad, son los desechos domésticos arrojados en sectores no habilitados. Las familias que viven en los barrios El Porvenir y las 260 Viviendas, sostienen que las orillas de las vías se han convertido en un verdadero basurero a cielo abierto.
Entre los residuos arrojados en la vía pública, se pudo reconocer objetos como botellas, pañales, cajas tetrabrik, latas, bolsas con restos de carnicería, cartones, hasta artefactos de gran tamaño como antiguos electrodomésticos y muebles.
Carrasco sostuvo que no existe una limpieza continua y que la acumulación se profundiza cada vez más. Durante los días de altas temperaturas, proliferan mosquitos y otros insectos, volviéndose una situación «insalubre» para las familias que residen en el barrio. «Ya hay cualquier cantidad de mosquitos y bichos», concluyó.
Comentarios