Gutiérrez incluirá una partida para la PIAP en el presupuesto 2023
Es para colaborar en la puesta a punto del complejo industrial de Neuquén, que está paralizado desde el 2017. Es una partida similar a la que previó la CNEA en el proyecto que está discutiendo el Congreso.
El gobierno provincial de Neuquén incluirá en el presupuesto para el 2023 una partida de 1.000 millones de pesos para contribuir a la reactivación de la Planta industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito. El objetivo es que el complejo, que está paralizado desde el 2017, pueda volver a funcionar y se trabaje en una refuncionalización que amplíe su horizonte productivo.
La PIAP produce agua pesada para las tres centrales nucleares que tiene el país, pero desde el gobierno neuquino se está trabajando en una propuesta multipropósito que le permita también desarrollar fertilizantes, urea o incluso hidrógeno y nitrógeno. Esto porque la próxima central que construiría el país cambiaría de tecnología para utilizar uranio enriquecido y agua liviana, algo que dejaría con poca sobrevida al complejo.
En junio, el gobernador Omar Gutiérrez presentó ante la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) el plan para reactivar la planta y ahora se informó sobre la inclusión de una partida de 1.000 millones de pesos para avanzar, «demostrando la decisión política del gobierno provincial de avanzar en la puesta a punto y en movimiento del complejo industrial de Arroyito, uno de los más importantes del país».
La partida se sumará a otra de 1.027 millones de pesos que incluyó el gobierno nacional en el presupuesto de la CNEA para destinarlo al «apoyo a la reconstrucción de edificios y reacondicionamiento de sistema de climatización de la planta». El proyecto enviado por el presidente Alberto Fernández aún no tuvo sanción en el Congreso.
En cuanto a la propuesta neuquina, se formalizará cuando el gobernador presente su proyecto a fin de mes en la Legislatura.
Desde el Ejecutivo recordaron que el plan a largo plazo es «pensar y concretar una instalación multipropósito que aproveche al máximo las capacidades y potencialidades de la PIAP», algo que describieron como «una invitación al trabajo en equipo y a la unión de esfuerzos en pos de un objetivo estratégico superior».
Tras los cruces, llegó la paz
La provincia y la CNEA acordaron una meas de trabajo con ese horizonte luego de varios cruces mediáticos entre funcionarios locales y los del organismo nuclear. De hecho, fue tras el reclamo de su presidenta, Adriana Serquis, que el gobierno neuquino acordó eximir de impuestos provinciales a la PIAP.
También se comprometió a gestionar junto a la CNEA un acuerdo con la empresa YPF para obtener la provisión de gas a valores promocionales para la producción de agua pesada y, posteriormente, para los demás productos incluidos en el plan de ampliación multipropósito propuesto.
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