Un hombre de Salta relató un extraño encuentro «con brujas»

A través de redes sociales, el protagonista compartió una imagen del extraño momento y aseguró que las "curanderas" tenían velas y estaban rodeadas de extrañas energías.

Un extraño episodio ocurrido en Salta, en cercanías a la frontera con Bolivia, se viralizó luego del relato de un vecino que compartió una turbia experiencia nocturna en redes sociales y que sorprendió a los lectores.

Según contó Juan José en el grupo «Tucumán Paranormal» de Facebook, el momento fue detectado en la zona de Aguaray, una región de mucho monte que lo convierte en un lugar inhóspito. Hasta allí llegó el protagonista con un amigo de la infancia, con el propósito de pescar.

Entonces, «no teníamos cañas de pescar, así que poníamos la tanza con los anzuelos con la carnada y lo atábamos a un palo que luego clavábamos en la tierra y lo dejaba ahí» relató el hombre.

«Nosotros lo teníamos que revisar de vez en cuando, atamos los caballos a un árbol y salimos a caminar un poco el monte para ver si podíamos cazar algo” indicó.

Una hora y media después, los amigos revisaron las improvisadas cañas y retomaron la búsqueda de vizcachas bordeando el río en la oscura noche local.


El extraño encuentro con «las brujas»


“Yo iba iluminando con una linterna -continuó Juan José su relato en redes – después de una pequeña lomada de tierra, dimos con un pozo muy grande pero de poca profundidad, donde vimos que se movía algo. Yo alumbré con la luz hacia ese lugar y vimos tres personas que, después, nos dimos cuenta que eran mujeres por el cabello largo”, detalló el hombre.

Pero todo se pone más tenebroso. Las supuestas mujeres “estaban casi desnudas, pero tenían como unas túnicas con las que se tapaban; vimos en el medio de ellas velas encendidas y de inmediato nos dimos cuenta que eran curanderas o brujas”.

“En eso, escucho a mi amigo que me llama por mi nombre 2 veces. Con mucho miedo, apunté la linterna hacia el lugar y fue igual a cuando hay tres o cuatro caranchos (se asustan y levantan vuelo) eran como pájaros grandes pesados, pude ver a mi amigo tratando de pararse, corrí hasta él, estaba llorando. Lo ayudé a pararse porque estaba casi paralizado del miedo” agregó José.

Por último, aseguró que “esa noche no la olvidarán, ya que jamás estuvieron “ante algo malo”. “Tuve la suerte de contarlo» concluyó.


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