¿Podrá Bush romper el maleficio?
Por Rolando Lahera
George W. Bush, quien en pocas semanas recibirá la carga de ser el líder más poderoso del mundo, enfrenta también una supuesta amenaza: una maldición apache a la que se atribuye la muerte de siete presidentes estadounidenses. Bush, quien sucederá a Bill Clinton en la Casa Blanca el 20 de enero, cuando se convertirá en el mandatario número 43 en los 211 años de historia del país, será una especie de “conejillo de Indias” que deberá demostrar si un viejo maleficio apache ya desapareció. Cuenta una leyenda que un jefe de una tribu de indios pieles rojas, molesto por ver cómo les eran arrebatadas sus tierras, lanzó una maldición de muerte contra los “jefes” blancos.
Más allá de cualquier especulación o fantasía, lo cierto es que desde 1840 fallecieron en la Casa Blanca siete de los ocho presidentes que resultaron electos o reelectos durante la conjunción de Júpiter y Saturno, que ocurre cada 20 años. El único que sobrevivió fue Ronald Reagan, pero no debe olvidarse que sufrió un intento de asesinato y una grave operación de cáncer durante sus dos mandatos.
Hay visionarios de diferentes países que predijeron la muerte de esas primeras figuras y ya hay quienes han augurado que el primer presidente estadounidense electo para gobernar en el siglo XXI encontrará también la muerte durante su mandato. El mexicano Abel Quesada predijo en caricaturas publicadas el 17 de octubre de 1960 en el diario Excelsior la muerte de Kennedy y tres años más tarde ésta se convirtió en realidad. Lo cierto es que George W. Bush tendrá una “Espada de Damocles” sobre su cabeza, pues probar con su vida la vigencia del maleficio será más peligroso que cualquiera de las batallas electorales que tuvo que librar. Descendientes de los pieles rojas afirman que como siete es un número cabalístico, la maldición pudo haber desaparecido al morir el séptimo presidente estadounidense en funciones, y Reagan lo demostró al sobrevivir en 1981. (Reuters)
George W. Bush, quien en pocas semanas recibirá la carga de ser el líder más poderoso del mundo, enfrenta también una supuesta amenaza: una maldición apache a la que se atribuye la muerte de siete presidentes estadounidenses. Bush, quien sucederá a Bill Clinton en la Casa Blanca el 20 de enero, cuando se convertirá en el mandatario número 43 en los 211 años de historia del país, será una especie de “conejillo de Indias” que deberá demostrar si un viejo maleficio apache ya desapareció. Cuenta una leyenda que un jefe de una tribu de indios pieles rojas, molesto por ver cómo les eran arrebatadas sus tierras, lanzó una maldición de muerte contra los “jefes” blancos.
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