CARC, otro club de barrio que nace en tiempos de redes sociales
En Cinco Saltos, frente al Registro Civil, crece un espacio que no solo es una simple escuelita de fútbol. Se brinda contención y la merienda a los más chicos.
Pasaron casi 20 años de que conocimos al personaje de Ricardo Darín intentando salvar a su club de barrio en Luna de Avellaneda, como una muestra de la decadencia de esos espacios que sirvieron para unir, jugar, socializar… Pasan los años y en muchos rincones del país no solo han logrado sobrevivir gran cantidad de estos lugares sino que siguen apareciendo.
Quizás más vinculado a suplir necesidades, en Cinco Saltos hay un ejemplo de que aún en tiempos de hiperconectividad, celulares y plataformas para todos los gustos, el juego y los espacios de presencialidad siguen siendo fundamentales en la formación de los más chicos, como lugares lúdicos, y también donde poder tomar un mate cocido o comer unas ricas tortafritas.
El Club Atlético y Recreativo Comunidad (CARC) nació sin el objetivo específico de convertirse formalmente en un club. Se fue consolidando con el correr de los meses y el empuje que le pusieron sus integrantes.
Hace unos cuatro años participantes del Centro Cristiano Comunidad del Valle de Cinco Saltos comenzaron a juntarse para “patear” un rato en Radonich 23 (frente al Registro Civil). Con el paso de las semanas, comenzaron a sumarse más jugadores.
“Tenemos la aspiración de que en un futuro podamos también poder servir la cena a aquellos que más lo necesiten”
contó Franco Juliano, uno de los impulsores del proyecto CARC.
Lo siguiente fue comenzar a arreglar el playón lo que generó el interés de los más chicos por contar con un lugar en condiciones para jugar a la pelota.
Entre partidos y partidos, el grupo se fue haciendo cada vez más grande hasta que en octubre del año pasado se decidió dar un gran salto: darle formalidad a las juntadas, crear una escuelita de fútbol, buscarle un nombre y lanzarse a la aventura de participar de la liga municipal.
Actualmente la comunidad del CARC está compuesta por unos 50 niños y sus familias, siete profesores y colaboradores que trabajan durante la semana con los niños. Todo eso para conformar dos categorías que participan de la Liga: masculina 2009-2011 y femenina sub 12. Aunque también se está formando el grupo de las categorías 2012-2016.
“Desde abril que tenemos la posibilidad de poder brindar la merienda a los niños después de los entrenamientos con aspiraciones a que un futuro podamos también poder servir la cena a aquellos que más lo necesiten”, comentó Franco Juliano, uno de los impulsores de la iniciativa, junto a Francisco Rolón.
El joven valoró lo que el grupo consiguió en este primer año formal de la escuelita. “Miramos hacia atrás y vemos todo lo bendecidos que hemos sido, lo que hemos tenido que ir aprendiendo y mejorando y mirando hacia al futuro… La idea es poder llegar a la vida de más niños de nuestra querida ciudad”.
De lunes a viernes, y gratis
Uno de los ejes del grupo que encabeza el CARC es que los chicos no tengan que pagar cuota para participar de la escuela. Para eso se sostienen con aportes de algunas familias. “Es todo a pulmón, con la ayuda de algunas familias de los chicos, algunos no traen las tortafritas para repartir entre los chicos”, comentó Juliano.
La escuela de fútbol funciona de lunes a viernes de 19 a 20.
La idea es seguir creciendo como escuelita de fútbol, pero también poder ampliar la asistencia a los que más necesitan, armar un comedor y ofrecer un plato de comida para la cena para aquellos que lo necesiten. Los que quieran sumar un granito de arena para que este sueño siga creciendo, se pueden acercar a la canchita o comunicarse al 2994228004.
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