Un país sin neumáticos
Francisco Jorge Álvarez
NEUQUÉN
El conflicto de los neumáticos muestra con crudeza a la Argentina de la incongruencia y el desatino.
Resulta que a la ya grave crisis de la falta de neumáticos por el cepo a las importaciones y precios dislocados en el mercado interno, se le sumó una escalada de paros, asambleas y bloqueos por parte del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA).
A la brutal presión sindical le siguieron los cierres “temporales” de tres fábricas de neumáticos en el país. Luego, algunas plantas fabricantes de automóviles decidieron también paralizar por falta ese insumo esencial.
Entonces el Gobierno amenazó con liberar dólares de las reservas e inundar el mercado de neumáticos importados, con lo cual claramente termina perjudicando a los fabricantes nacionales, que no tendrán más remedio que echar trabajadores, pero -claro- no a los sindicalistas que tienen inmunidad gremial.
Mientras tanto, sin neumáticos crecerá el mercado negro, aumentarán los robos de cubiertas y los automovilistas se la tendrán que arreglar con lo que tienen para circular las pésimas rutas de nuestro país, despedazadas, emparchadas, onduladas, sin banquinas…
Y las bases de Verificación Técnica Vehicular (VTV) verán cómo en sus registros aparece como el mayor problema los neumáticos deficientes.
No tardarán en aparecen los problemas conexos, sobre todo los de los camioneros que no podrán transportar cargas.
En fin, desatino impensado por unas gomas.
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