Eduardo Sacheri llega a la Feria del Libro de Neuquén para presentar su primer libro de historia
“Los días de la revolución: una historia de Argentina cuando no era Argentina” es su última publicación, reflejo de sus inquietudes como profesor de historia. El autor de "La pregunta de sus ojos" estará hoy en Neuquén. RÍO NEGRO lo entrevistó mientras regresaba de Suiza.
Eduardo Sacheri vive de contar historias. Ha publicado más de una decena de libros con esas historias, entre novelas y volúmenes de cuentos. Pero Sacheri también vive de contar (la) historia, no de forma escrita, sino delante de una clase: Sacheri es profe de historia en colegios secundarios.
Sin embargo, el autor de “La pregunta de sus ojos” y “Papeles en el viento”, entre otras novelas, se propuso cambiar eso de no contar (la) historia de forma escrita. Por eso, publicó este año “Los días de la revolución: una historia de Argentina cuando no era Argentina (1806-1820)”, a través del sello Alfaguara.
Se trata de un texto ameno y de ágil lectura porque Sacheri traslada al papel el modo en que (imaginamos) dicta sus clases a un alumnado adolescente el libro es una clase abierta. Sacheri abre las puertas del aula y permite que todos ingresemos a ella y seamos parte de esta experiencia que, hasta ahora, se reducía a ese privilegiado grupo que eran sus alumnos.
Sacheri nos cuenta una parte de nuestra historia, la que va más o menos desde las invasiones inglesas hasta el año 1820, que todos solemos recordar como el de la anarquía. Y lo que nos cuenta son sucesos casi todos conocidos, pero protagonizados no ya por aquellos “hombres que construyeron la patria” (las comillas son mías), sino por hombres muy de su tiempo, atravesados por virtudes, sí, pero también por intereses materiales, ambiciones personales, mezquindades y defectos porque, como dirá en varios pasajes del libro, aquellos patriotas eran, sobre todo, humanos, demasiado humanos.
Convocado por la Feria Internacional del Libro de Neuquén, Eduardo Sacheri presentará este sábado, a las 20, “Los días de la revolución” en el Auditorio “Alejandro Finzi” ubicado en los alrededores del Museo Nacional de Bellas Artes, donde la feria está emplazada.
RÍO NEGRO dialogó con el autor de “La noche de la usina”, luego llevada al cine con el título “La odisea de los giles”, pero lo hizo de un modo particular. Las preguntas fueron por escrito y sus respuestas llegaron en un puñado de audios grabados este miércoles en algún lugar del aeropuerto de Ginebra, donde se encontraba a la espera del vuelo de regreso a la Argentina. En cada audio se filtra el sonido angloparlante de “La Voz del Aeropuerto” y, por delante, la voz clara de Sacheri contando dónde estaba al momento de responder, hablando del motivo que lo impulsó a escribir sobre historia, de las dificultades para encontrar una voz pro fuera de la ficción, y de cómo y por qué cuenta lo que cuenta de la historia argentina, entre otras cuestiones.
P: En principio, preguntarte dónde te encuentro en este momento (sé que estás de viaje por el exterior) y si vas a presentar solo “Los días de la revolución” o si habrá algo más respecto de tus otros libros.
Eduardo Sacheri: En este momento estoy un poco lejos, en el aeropuerto de Ginebra, en Suiza, iniciando el regreso a la Argentina. Llego mañana jueves y de inmediato me voy a Ushuaia para una actividad de la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) a la que me invitaron. Regreso el mismo sábado a Buenos Aires para tomarme un avión a Neuquén y llegar a tiempo a la Feria. Tengo todo súper cronometrado para llegar a tiempo porque tengo muchas ganas de hacer ambas cosas, sobre todo la Feria. Dependo de los dioses de los vuelos, los horarios y las escalas para llegar a tiempo.
Sobre la presentación en la feria, mi idea es que no, que no se limite solo al libro nuevo. Naturalmente, me atendré a lo que Patricio Zunini pregunte, pero a mí siempre me gusta charlar mucho con el público todo lo que se pueda. Por lo que quien tenga ganas de preguntar sobre los otros libros las películas será más que bienvenido.
P: En la Introducción anticipás cierta sorpresa de parte del lector ante un libro tuyo de historia si todos, hasta ahora, habían sido de ficción. ¿Por qué un libro de historia de Sacheri? Yo, en cambio, me pregunto: ¿y por qué no un libro de Sacheri?
E.S.: Yo creo que hasta ahora había llevado mis dos trabajos separados: ser escritor por un lado y profesor de historia por otro. Pero sentí que estaba bueno compartir con el público en general, no solo con mis alumnos, una visión más actual, más compleja, más enriquecida en cuanto a la reflexión histórica hecha por las universidades argentinas en los últimos 20 años, que está buenísima pero que no suele legar a la población en general (hago silencio con el ruido de fondo que se escucha del parlante y por el que pido disculpas… retomo lo que estaba diciendo ya que se calló el francés que hablaba por los parlantes) Me parece que es algo útil, así como enseñarles a mis alumnos cosas valiosas también era valioso compartirlo con mis lectores. Y claro, yo ahora tengo una exposición fuerte, yo tengo un montón de gente que conoce mis libros y es una gran oportunidad para que digan “ah mirá, un libro de historia, lo escribió este fulano que lo conozco, vamos a darle una oportunidad”. Me parece que está bueno.
P: ¿Por qué esta parte de la historia y por qué hasta el muy particular año 1820? ¿Qué te interesaba contar de esa parte?
E.S.: Creo que una de las cosas que está bueno revisar en cuanto a cómo las estudiábamos antes esto de La Argentina con mayúsculas, el nacimiento de la Argentina, la creación de la Argentina dicho todo muy entre comillas. Si uno va a los historiadores más actuales se da cuenta que la Argentina se construye de a poco, lentamente, accidentadamente (enfatiza), y sobre todo durante varias décadas. La Argentina no nace en 1810 ni nace en 1816, lo que hay en ese momento es una revolución política que de a poco y con muchas idas y vueltas corta el vínculo con España. Y ese proceso termina más o menos en 1820. Se abre en 1806 con las invasiones inglesas y para 1820 vos podés decir estas tierras son independientes de España. Por eso me pareció bien terminar en ese momento, aunque la Argentina como estado y como nacionalidad en 1820 esté lejos todavía de estar constituida. Todavía le falta un montón.
P: En esa introducción también aclarás que no sos historiador, sino un profe de historia y lo/te definís como un mediador. Ahora bien, no todos los profes de historia son best sellers literarios ni, mucho menos, autores de un guion cinematográfico ganador de un Oscar. ¿Cómo fue pensar este libro para vos desde la escritura? ¿Cómo trabajaste la voz narradora, el tono, el modo de presentar los hechos históricos? ¿Tuviste que “negociar” con el literato que te habita de tantos años?
E.S.: Es una de las cuestiones que más trabajo me costó, que es la de la voz narradora, porque cuando uno quiere contar algo muy complejo, que tiene muchos niveles y muchos matices corre el riesgo de ser complejo en la manera de decirlo porque el lenguaje científico es complejo, es necesariamente complejo. Yo creo que una de las grandes dificultades de la divulgación es explicar algo difícil en términos cercanos. Entonces, mi búsqueda fue decir “cómo se lo explico a mis alumnos adolescentes que no tiene un contacto cotidiano con la histeria probablemente sea de un nivel narrativo que le venga bien a la persona, tenga la edad que tenga, que tenga ganas de entender este tema y que no tenga un conocimiento específico, Entonces la búsqueda fue esa. Ahora, fue difícil porque por momentos me leía y me daba cuenta que estaba siendo demasiado complicado y sentía que me tenía que acercar más al lenguaje común. Después, me acercaba al lenguaje común y decía “la pucha, estoy siendo demasiado sencillo y le falto el respeto a los historiadores académicos que leí para hacer este libro. Entre esa doble dificultad creo que fue avanzado el libro.
P: ¿Imaginás un diálogo entre este libro y el resto de tus trabajos de ficción o sentís que con “Los días de la revolución” te desmarcás de todo lo antes escrito por vos?
E.S.: El diálogo que imagino es que soy yo mismo escribiendo, entonces hay ciertos tics en los modos de decir que supongo están en mis libros de ficción y en este de historia. Ahora, me gustaría como que quede claro que acá esto tratando de compartir un conocimiento. Cuando escribimos ficción estamos jugando, construyendo una historia, explorando sentimientos y emociones. Con un libro de historia es distinto, yo siento que intento hablar de la realidad pretérita, pero a partir de las preguntas que nos formulamos hoy y ahí es donde debería ser bastante distinto. Digo debería porque no sé si lo es. La pretensión es que sea distinto.
P: Relacionado con la pregunta anterior, escribiste en primera persona, incluso entablás un diálogo con el otro lector a quien tratás de vos. ¿En qué lector pensaste para este libro?
E.S.: El lector en el que pienso es un lector común y corriente que tenga ganas de entender un poco mejor el pasado de la sociedad en que vive, ni más ni menos que eso. Probablemente hace mucho estudiaste historia y lo estudiaste en términos de héroes y villanos, medio simple y muy anclada con batallas y presidencias. No está mal, pero es una mirada un poco reducida. Hoy la historia se estudia a un montón de niveles distintos. La pretensión del libro es mostrar esos niveles y dejarte más cerca de autores muy buenos pero muy complejos que solo se estudian en la universidad. Por eso yo lo pienso como un acto de enseñanza. Yo qué hago como profe: leo un montón de autores recontra complejos y tengo que encontrar el modo de acercarlos a un montón de chicos que no van a ir a esa complejidad porque no la van a entender. Bueno, el lector habitual que pienso para mí libro es ese: gente que no tenga mayor vínculo con la historia, pero que diga “ah, mirá, la historia también se puede pensar en todos estos planos y verla con esta complejidad. Si esto pasa, yo feliz de la vida.
P: ¿Qué tan cinematográfica crees que es tu literatura para que haya sido llevada al cine en varias oportunidades?
E.S.: Yo creo que tengo dos cosas que ayudan un poco para esta posibilidad que mi literatura llegue al cine. Una, es que soy bastante clásico, entre comillas, sobre cómo me gusta escribir: a mí me gusta contarte una historia, estos son los personajes, estos son los sucesos, arranca por acá y terminan en este otro lado. Hay muchas literaturas, algunas mucho más herméticas, más metidas para dentro, jugando con lenguaje, pero son más difíciles de llevar al mundo cinematográficos. Y la otra condicione es que tengo una imaginación muy visual al momento de escribir. Hay autores que piensan en las palabras, la reflexión, y yo soy más de ver lo que mis personajes hacen y dicen y tratar de llevarlo a la página del libro. Creo que eso facilita eventualmente que gente del mundo del cine le vea como una vuelta interesante de llevarlo a hacer una película. Esas dos razones y la suerte porque también tenés o tuve que tener la suerte de que algunos directores le haya gustado lo que hago.
P: Cerrás el libro con la pregunta ¿hasta la clase que viene? dirigida al lector, pero también, creo, al propio Sacheri. Y te pregunto: ¿habrá una próxima clase?
E.S.: Cuando cerré el libro fue preguntarme “bueno, le gustará a la gente este libro, le interesará, no el interesará” porque, a diferencia de la escuela donde como alumno estas obligado a aprobar la materia nadie está obligado a leer u libro que no tenga ganas de leer. Entonces era la duda, ¿habrá un público interesado en este libro? Todo indica que sí porque le fue muy bien y la idea es seguir avanzado en ese siglo XIX. Calculo que sí, efectivamente, voy a publicar tres volúmenes más hasta llegar a principios de siglo XX para terminar de responder esta pregunta sobre cómo se construyó la Argentina.
P: Por último, ¿estás trabajando en una próxima ficción?
E.S.: Mi idea es salir con novela nueva para la feria de libro del año próximo, por lo que abril o mayo me imagino que habrá nueva novela. Eso será lo próximo, porque me gusta mucho esta aventura de los libros de historia, pero no quiero descuidar la literatura.
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