Los restos de la Reina Isabel II ya están en Windsor, su última morada
Después del funeral realizado en Londres, la monarca será enterrada este lunes junto a su marido, Felipe de Edimburgo, y la familia real. La ceremonia de despedida será privada.
El ataúd de la reina Isabel II llegó este lunes al Castillo de Windsor, donde le espera su última morada, tras el funeral en el que fue acompañada y despedida por líderes mundiales y miles de personas volcadas a las calles.
Durante su paso, los simpatizantes se alinearon en la ruta que tomó su coche fúnebre desde Londres y lanzaron flores, vitorearon y aplaudieron mientras pasaba de la ciudad a la campiña inglesa que Isabel tanto amaba.
Miles más se habían amontonado en la capital para presenciar la procesión y el funeral, en un tributo apropiado al monarca británica con más años de servicio.
En breve, el cuerpo de Isabel será sepultado en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y la última ceremonia solo será presenciada por sus familiares cercanos. Por tradición, la monarca reposará junto a su marido, Felipe de Edimburgo, quien falleció en abril de 2021 a los 99 años.
En el mismo lugar permanecen enterrados el padre de Isabel, el rey Jorge VI de Reino Unido, la madre, la reina consorte Isabel Bowes-Lyon, y su hermana la Princesa Margarita.
La despedida de la Reina Isabel II
La ceremonia fúnebre de la reina concluyó con la corona, el orbe y el cetro, símbolos del poder y el gobierno del monarca, que se retiraron del ataúd y se colocan en el altar.
El Lord Chambelán, el funcionario de más alto rango en la casa real, rompió su ‘Varita del Oficio’, lo que significa el final de su servicio al soberano, y la colocó sobre el ataúd.
En el funeral, Justin Welby, el arzobispo de Canterbury, dijo a los presentes que el dolor que sentían tantos en Gran Bretaña y en el resto del mundo reflejaba la «vida abundante y el servicio amoroso» de la difunta monarca.
La música que sonó en la boda de la reina en 1947 y su coronación seis años después, volvió a sonar en esta ocasión. El ataúd ingresó a las líneas de las Escrituras con una partitura utilizada en todos los funerales de estado desde principios del siglo XVIII.
Con información de Noticias Argentinas.-
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