Conductor condenado por homicidio simple afronta una pena mínima de 8 años

Un tribunal lo declaró responsable de homicidio simple con dolo eventual, por un hecho ocurrido en Neuquén en octubre del año pasado. En otra audiencia se definirá la pena.

En un fallo dividido, un Tribunal declaró responsable a Sandro Gustavo Codegoni de homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena de 8 a 25 años de prisión. Se trata del chofer profesional que el 21 de octubre del año pasado, en estado de ebriedad y después de haber consumido cocaína, persiguió a otro vehículo, se subió a la vereda y atropelló y mató a Pedro Leiva, de 46 años.

A favor de esa calificación penal votaron Laura Barbé y Marco Lupica Cristo, mientras que el tercer integrante del Tribunal, Luis Giorgetti, se volcó por la figura más atenuada del homicidio con culpa temeraria, penado con prisión de 3 a 6 años.

En un juicio de cesura que se realizará próximamente, se debatirá la pena que deberá cumplir el imputado. La sentencia puede ser revisada por un Tribunal de Impugnación, si es que la recurren los defensores Marcelo Muñoz y Mario Rodríguez Gómez.

El fallo por mayoría respalda la teoría del caso sostenida durante el juicio por la fiscal Eugenia Titanti y el asistente Bruno Miciullo, y los querellantes Gabriel Contreras y Germán Álvarez Gatoni.


Discusión previa


Laura Barbé, Luis Giorgetti, Marco Lupica Cristo, el Tribunal que dictó el fallo dividido. (Matías Subat)

La noche del sábado que ocurrió el hecho, Codegoni, un ciudadano con licencia habilitante para conducir camiones de gran porte, circulaba «con 2 miligramos de alcohol en sangre y una graduación de cocaína de 124 nanogramos, que es un consumo de moderado a alto«, dijo la fiscalía.

El juez Lupica Cristo explicó que según los peritos, 100 nanogramos equivalen a un cuarto de gramo de cocaína metabolizada.

Al volante de una Ford Eco Sport, tuvo un incidente con el conductor de una Fiat Strada en Intendente Carro, entre Leguizamón y Láinez. Discutieron, el otro hombre se asustó por la agresividad de Codegoni, le dijo que si seguía conduciendo en esas condiciones «vas a matar a alguien», y finalmente escapó.

El imputado lo persiguió a lo largo de 380 metros, cruzó tres esquinas -dos de ellas sin prioridad de paso- y finalmente en Intendente Carro y Pampa, a 58,28 kilómetros por hora (la máxima en un cruce es 25 km/h), se subió a la vereda de la rotisería de Leiva, quien estaba afuera del negocio. Lo atropelló, lo aplastó contra la pared y le causó la muerte.

«Tuvo más de una oportunidad de replantearse su decisión ante el resultado fatal, que se presentaba como muy probable» y no lo hizo, remarcó el juez Lupica Cristo.

En la esquina no quedaron huellas de frenado.


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