UNCo, roca madre de la ciencia en Neuquén y la región
Axel Córdoba estudia en Neuquén. Junto a un compañero, diseñó un tabla periódica de elementos asociados a la Geología, a la que le agregaron un código QR. Considera que la universidad pública es una plataforma de igualación de oportunidades.
Todos los 12 de septiembre se cumple un nuevo aniversario de una fecha trascendente en la historia de Neuquén. Ese día de 1904, el por entonces gobernador neuquino Carlos Bouquet Roldán fundaba la actual ciudad de Neuquén, a la que bautizó Villorío de la Confluencia.
Desde ese entonces, la provincia de Neuquén ha sido tierra de oportunidades y un pilar para el desarrollo del país. Donde se han gestado numerosos espacios para el desarrollo y crecimiento de su población. Sin duda, la Universidad Nacional del Comahue es uno de ellos. Este año, la universidad festejó sus 51 años y llega al día de hoy con 35.000 estudiantes, 37.000 graduados, 38 carreras y sedes en 11 ciudades repartidas en dos provincias, desde la cordillera al mar.
Siendo una plataforma de crecimiento y de igualación de oportunidades que contribuye constantemente al desarrollo de la cultura, mediante los estudios humanistas, la investigación científica y tecnológica y la creación artística. Forjando el presente y futuro de la comunidad, a través de todos aquellos que formamos parte de esta casa de estudios, y que buscamos en sus aulas las herramientas para poder crecer y desarrollarnos plenamente. Una universidad que desde sus orígenes marca la identidad de la región, dónde lo social y lo académico van de la mano.
El Campus de la UNCo es un lugar donde muchos estudiantes pasamos gran parte de nuestro día a día, donde se comparten momentos increíbles, nacen amistades inseparables, se ríe y se llora. Con carreras que cubren todas las áreas del conocimiento, las distintas facultades se encuentran ubicadas en lugares con una singular belleza, dónde debido a la variedad de climas de la región le concede una riqueza paisajística enorme.
En el caso de la sede central, hasta cuenta con el gimnasio “El Escondido”, cuya función es promover la actividad deportiva y recreativa entre los integrantes de la Universidad, y se practican deportes como fútbol, fútbol 5, básquetbol, voleibol, handbol, natación, práctica libre de ajedrez, tenis de mesa, tenis Indoor y badminton.
La universidad, dentro de sus tareas específicas y como una dimensión más, procura transferir los beneficios de su acción científica, cultural y social directamente sobre la sociedad que la sustenta, mediante la extensión universitaria.
Así nació uno de mis proyectos como estudiante, cuando junto a mi compañero, Denis Álvarez, participamos del desarrollo de una nueva tabla periódica de los elementos.
Durante el 2020, como se cumplían 150 años de la creación de la tabla periódica de Dmitri Mendeléyev, se organizaron unas jornadas en la universidad que se llamaban Hay Tabla, donde se buscaba que los alumnos hicieran nuevas alternativas de la tabla tradicional.
Junto con mi compañero nos tomamos unas semanas para pensar propuestas que añadir al famoso papel que incluye decenas de elementos, hasta que se nos ocurrió la posibilidad de incorporar la clasificación de cristalización de cada uno e información adicional que permite saber dónde encontrarlo y si es sintético o natural.
El siguiente desafío fue adaptar el uso de un antiguo material didáctico a los nuevos modos en que los jóvenes consumen información. Entonces, con la premisa de hacer el contenido más amigable, diseñamos una serie de cartas externas por cada elemento.
Cada una tiene la información tradicional y le sumamos un código QR que los alumnos pueden escanear con su celular y se observa cada átomo del elemento con realidad aumentada. Así, en los pasillos de la UNCo, nació la Tabla Periódica de los Elementos Asociada a Geología.
A este proyecto le siguieron otros, como “Ciencia Cristalina”, una estrategia didáctica para improvisar laboratorios y brindar una educación integral en ciencias a los estudiantes de escuelas rurales y de zonas periféricas, que nació a partir de una capacitación que pude realizar en el Instituto Balseiro, ubicado en Bariloche.
Y el más reciente de todos fue Hydroplus, una innovadora tecnología que desarrollamos junto a Denis, y que permite ahorrar hasta un 50% del agua de riego y podría revolucionar el uso del agua desde los jardines y huertas, hasta los grandes campos de cultivo.
Hydroplus es un polvo granular, seguro desde el punto de vista medioambiental al ser biodegradable y no tóxico. Al entrar en contacto con el agua, se expande y es capaz de absorber más de 15 veces su peso en agua. Se coloca en la raíz de las plantas y la mantiene hidratada sin necesidad de riego o lluvia constante. Su retención de agua en el suelo, permite que la planta tome agua cuando lo necesita, además cuando se deshidrata totalmente vuelve a su estado original y puede rehidratarse durante más de 5 años. Es el primero en su tipo que incorpora elementos nutritivos 100% naturales, los cuales colaboran en las primeras etapas de crecimiento de la planta, incrementando su rendimiento en el caso de los cultivos. Esto permite obtener un riego más eficiente, reducir las pérdidas de agua por infiltración y evaporación, mientras que aporta los elementos que la planta necesita.
Hydroplus busca crear una cultura de apreciación y optimización del uso del agua, ya que uno de los grandes retos de las ciudades y los campos es reducir el riesgo de pérdidas, aumentar la productividad y brindarle a la planta una nutrición eficiente y sustentable, de esta manera contribuimos al ahorro de agua y el cuidado del medio ambiente desde nuestros jardines y huertas hasta los grandes campos de cultivo.
Estos y otros grandes proyectos, nacen de pequeñas ideas en ambientes propicios para esto, dónde existan redes para el crecimiento, deseos de aprender, se fomente el espíritu libre y el trabajo intelectual. Es por esto que las universidades son el espacio ideal para esto. Lugar donde entran en juego el conocimiento, la cultura, los valores, las relaciones sociales y que debemos apostar a que sea la plataforma donde plantarnos para iniciar una construcción verdadera de un país con una estructura más justa e igualitaria.
Por Axel Córdoba. Estudiante de Geología de la Universidad Nacional del Comahue
Comentarios