Alimento para marihuana: emprendedores de Neuquén con un novedoso desarrollo
Desde Terra Viva ofrecen una línea de sustratos destinada al cultivo de cannabis. Con una perspectiva sustentable, impulsan un modelo de negocio que, afirman, generará muchos puestos de trabajo.
Esta podría ser la historia sobre la historia de una amistad que empezó a los 11 años y hoy une a dos hombres ya adultos en una nueva aventura. Pero va un paso más allá, porque el emprendimiento de estos dos neuquinos se convirtió en un desarrollo novedoso, con perspectiva sustentable y que puede generar muchos puestos de trabajo. Producen y venden sustratos y biofertilizantes, con una línea especial para cannabis.
«Terra Viva» es obra de Lucas Calegari y su amigo Ricardo Peña. El primero se dedica a la gastronomía y la organización de eventos. El segundo es ingeniero químico. Ajenos al rubro, el criterio de oportunidad y su experiencia como cultivadores de cannabis (cannabicultores), los hizo terminar con las manos en la chacra.
Sabían que la venta de sustratos era un nicho vacío, sobre todo para las plantas de marihuana, por las dificultades de logística. Por eso, la chacra de la familia de Ricardo en Allen se convirtió en el mejor centro de prueba y error, hasta obtener los productos premium que ofrecen hoy, con un centro de distribución en Neuquén.
Pero el camino tuvo pasos previos. «Éramos cannabicultores, pero no empezamos por eso», aclaró Lucas. La primera experiencia fue con lixiviado, un líquido que se produce luego del proceso de descomposición de lombrices californianas y funciona como un «súper abono». Luego fueron por el guano, compostando estiércol de caballo, conejos y otros animales de las chacras vecinas.
Se capacitaron con quienes les vendían las lombrices, copiaban al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y comercializaban entre sus conocidos. Así fueron desarrollando los sustratos o «suelos vivos» y se expandieron.
Sumaron el bagazo de varias cervecerías de la región, como Kuruf o Piltri, y el orujo de la sidra Real. «Nos da mucha satisfacción poder reutilizar subproductos de otras industrias«, contó, orgulloso, Lucas. Dio algunos ejemplos de cómo esa mentalidad se aplica a todo: con los restos secos se forma una especie de briqueta con la que se calefaccionan, los plásticas van a los techos y el tacho de basura hace rato que está a la mitad de su ocupación. Buscan ser un desarrollo con triple impacto positivo, o sea, el económico, el social y el ambiental.
Un negocio sustentable
«Empezó porque nos gusta y después creció económicamente», resumió Lucas. Actualmente tienen dos empleados, pero generan puestos indirectos, como los de quienes se encargan del traslado de los productos. En verano lograron dar un salto con un socio capitalista que les permitió comprar maquinaria e insumos a precios competitivos.
Su primer canal de venta fue el boca en boca. Siguió el Instagram y, el año pasado, visitaron todos los grow shop (tiendas de productos para el cultivo de cannabis) de la zona, con quienes establecieron acuerdos comerciales.
Terra Viva se transformó en una marca consolidada que, este año, sumó 12 victorias en copas cannábicas de cultivadores que ganaron usando sus productos. Tienen tres líneas: hogar, para macetas, huertas y jardines; profesional, destinada a bonsáis, cactus y suculentas; y técnica, especialmente desarrollada para cultivo de cannabis indoor, outdoor o autocultivo.
Para Lucas, se trata de un boom que recién comienza porque, señaló, la zona es una de las mejores del país para cultivar no solo cannabis, sino también cáñamo» que por hectárea necesita a 10 o 15 personas, es una generación de trabajo tremenda». Puntualizó que las condiciones climáticas se asemejan a las de Humboldt, California, que tiene un importante desarrollo de esta producción.
Lucas lamentó la desinformación sobre el tema y la implementación del registro del programa cannabis (Reprocann). «Hasta el año pasado era ilegal, entonces, para la idiosincrasia de la gente es algo ilegal, incluso para la policía«, reflexionó. Por eso, es parte de la fundación Gen, donde cultivan para pacientes y elaboran fitopreparados, como cremas.
Mini glosario en común
Lucas elaboró un pequeño glosario de los valores con los que desarrollan Terra Viva:
Economía Circular: extraer, producir, consumir, reutilizar, reciclar. En contraposición está la economía lineal: extraer, producir, consumir y tirar.
Empresas de triple impacto: además del beneficio económico, buscan generar un impacto social a través de acciones en determinadas comunidades y prácticas medioambientales que contribuyen a la mitigación del cambio climático.
Agroecología: su practica asegura alimentos sanos, protege el suelo, el agua y el clima, no contamina, ni daña la biodiversidad con el uso de agrotóxicos ni transgénicos. Cuida a la gente, desde agricultores hasta consumidores, permite el desarrollo de las comunidades y la soberanía alimentaria.
Comentarios