Cartas

La fuerza es la mitad de la batalla

Osvaldo Héctor Alonso, DNI 11. 861.783
ALLEN

Hace cinco años, un 7 de septiembre, estallaba en mi cabeza una bomba: la biopsia decía: “Diagnóstico: adenocarcinoma Gleason combinado 7 – 4+3 – Grado Grupo 3”. Se confirmaba un cáncer de próstata.

Mil pensamientos invadieron mi ser, llevándome casi a una depresión.

Hoy, cinco años después, y siguiendo un tratamiento estricto, el cual he cumplido al pie de la letra, podría decir que estoy bien. Los análisis pertinentes así lo indican, y algunos dicen, que si alcanzás los cinco años, es una buena señal.

Mi intención al contar esto no es otra que ayudar a personas que puedan estar pasando por esta misma situación. Por eso les digo: no se queden quietos, no decaigan. La fuerza que le pongamos es la mitad de la batalla.

Se necesita la ayuda profesional, pero también la de la familia, de las amistades y mucha fe en uno mismo. Las palabras serían “no me vas a ganar”. No lo olviden.

Quiero agradecerle a mi pareja, a mis hijos, a toda mi familia y amistades. Ellos estuvieron alentándome todo este tiempo.

Además, una mención especial al doctor Gabriel Aranguren, miembro del Centro Urológico de General Roca. Él fue quien me incitó a pelear esta batalla, diciéndome que de mi fuerza dependía la mitad del tratamiento. Él se haría cargo de la otra mitad y vaya si fue así.

A todos, un abrazo de corazón y si alguien necesita información, datos o solo una charla, comuníquense, Será un placer intentar dar ayuda a quien la necesite.


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