Aniversario de Roca: La gastronomía se revitaliza y entusiasma a sus protagonistas
La cocina local y regional es un excelente señuelo turístico y una oportunidad económica para emprendedores.
La gastronomía ya es una seña de identidad decisiva e insoslayable de esta ciudad.
Además de ser considerada patrimonio cultural por el vínculo que permite establecer con los orígenes de esta comunidad, también se la reconoce a la cocina local y regional como un excelente señuelo turístico y como oportunidad económica para emprendedores.
En este punto, desde las alianzas entre el Estado local y los privados y desde iniciativas y riesgos de empresarios, comerciantes y gastronómicos han sabido formular en los últimos años una concepción del espacio urbano donde entienden a la gastronomía como parte de la imagen de destino, cultura, patrimonio y entretenimiento.
“La gastronomía en Roca” está viviendo un excelente momento, ahora, apunta la pastelera Cecilia Ponce, nativa de la ciudad que hace cinco años volvió de Buenos Aires con una jerarquizada experiencia y trayectoria y volcó sin titubeos todo su capital en el sector. Y la verdad que lo suyo elevó la vara. Pablo Mora, otro pastelero de excelencia, sintoniza la misma frecuencia y diagnóstico de Cecilia. En postpandemia la gente quiere festejar y celebrar la vida: “esto revitalizó no solo a la pastelería sino a todo la cocina que se hace por estos lares, incluyendo a los más tradicionales”.
La exigencia de la clientela, por otra parte, demandó a los profesionales más tendencia y calidad. “Esto siempre redunda en perfeccionar la oferta y las propuestas”, coinciden en afirmar ambos.
La innovación es una constante de los gastronómicos locales: esta es también una explicación del boom foodie roquense”.
Cecilia Ponce y Pablo Mora, pasteleros.
La coctelería, que también vive su gran boom postpandemia, también vive momentos gloriosos pese a la dificultad de la gran crisis económica nacional. “Nacional”, con sus tres jóvenes propietarios y mentores, es ejemplo de constancia y calidad. “Piltri” es otro lugar que abona esta movida.
El diseño es fundamental para la última hornada de cocineros y emprendedores jóvenes. Se lo vio y ve en restaurantes como Oveja Negra y también en salones de eventos y fiestas, que hoy por hoy también elevan las oportunidades para celebrar una excelente gastronomía hecha en Roca.
Por último, las ferias y festivales en espacios abiertos, tanto privado como públicos, se han convertido en la oportunidad de pronunciar un acercamiento más afectivo y efectivo entre chefs, cocineros, pasteleros y bartenders, entre otros, con el público masivo. En este sentido, el Festival de la Sidra, organizado por la comuna, si bien es anual ayudó a poner en valor, una vez más, la cadena productiva que generan las recetas creativas, la precisión técnica y la belleza de los productos frescos y locales. De la unión de todos estos eslabones se crea una cocina de territorio donde el paisaje valletano queda montado en un plato. Lo agradable, bello, bueno y rico define la gastronomía de este momento en Roca.
La gastronomía ya es una seña de identidad decisiva e insoslayable de esta ciudad.
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