Una artista de Bariloche coordinó un mural de mosaicos que será ensamblado en Malasia
Verónica Goncálves creó el mural de 20 metros de ancho que se instalará en Penang. Tomaron la idea de otra experiencia que se concretó en Bariloche y esta vez se homenajea a un nativo intérprete de Magallanes.
“El mural trasciende edades, jerarquías, estratos sociales y lugares. Traza puentes y une a la sociedad. Haciendo arte, uno se olvida de todo”. La barilochense Verónica Goncálves coordinó la realización de un mural de 3 metros de alto por 20 de ancho en Penang, en Malasia. Fue convocada por el embajador de Chile en ese país, Diego Velasco von Pilgrimm.
Mosaiquismo, el arte de los detalles
El mosaico que terminó siendo resultado de la participación comunitaria será ensamblado en el centro histórico del Estado de Penang, cuya capital Georgetown es patrimonio histórico de Unesco.
El contacto se remonta a 2018 cuando Velasco se desempeñaba como cónsul chileno en Bariloche. En esa oportunidad convocó a esta profesora de artes plásticas para llevar adelante un mural sobre el Abrazo de Maipú.
La artista decidió optar por la técnica de mosaiquismo por método indirecto que consiste en armar el diseño del mural y calcar el boceto, dividiéndolo en partes. “Cada parte se puede enviar a alguien. Los mosaicos se van pegando con cola sobre una malla de fibra de vidrio. Cuando se completan todas las imágenes, se traslada al lugar de destino y se ensambla en la pared con pastina”, especificó Goncálves.
Esa obra quedó plasmada en uno de los patios del Consulado Chileno en Bariloche, en la calle España, y contó con la colaboración del colegio primario Qmark, estudiantes de Osorno, en Chile y otros actores. “Ese mural colaborativo terminó siendo patrimonio cultural. La participación de diversos actores inspiró el de Malasia”, contó.
Cuando Velasco fue designado primer embajador de Chile en Malasia, le propuso a esta docente llevar adelante una experiencia similar con pobladores de las regiones del sudeste asiático.
“En este caso, la idea fue representar la epopeya de un marino de Malasia que fue el intérprete de Hernando de Magallanes en la circunnavegación del globo. Fue el primer nativo en conocer las costas del cono sur de América y habitantes del Estrecho de Magallanes en 1520”, detalló Goncálves.
Relató que “cuando Magallanes estaba llegando a Filipinas, lo mataron y el que sigue la expedición y logra dar la vuelta al mundo en barco es este nativo conocido como Panglima Awang. Es un homenaje a este personaje y un mensaje a la juventud de que se pueden lograr cosas en la vida”.
En esta ocasión, el boceto del mural se llevó adelante junto a Velasco y su esposa -que también es artista- y cuenta con “iconografía de la región patagónica y las regiones de Malasia”.
“El trabajo estuvo motivado la experiencia del mural colaborativo de Bariloche. Fue grandioso. En este caso, sumamos gente de las regiones del sudeste asiático, alumnos y artistas plásticos que jamás habían desarrollado esta técnica”, señaló Goncálces.
La primera pieza de Magallanes y su barco estuvo a cargo del Colegio Alemán de Osorno. La segunda pieza correspondió al colegio Qmark. “Todo eso viajó en una valija. En Kuala Lumpur hicimos algunas otras figuras y en el distrito de Penang convocamos a más de 100 personas y en 8 días, trabajando de sol a sol, logramos volcarlo sobre la malla”, resumió Goncálves.
“Una vez que se lo termina -detalló-, se arma en el piso como si fuera un rompecabezas y luego, se traslada a la pared”.
El mosaiquismo, agregó, tiene varias ventajas ya que es posible hacerlo “en simultáneo con gente desde diferentes lugares, su perdurabilidad y trabajar en un lugar seguro especialmente en ciudades tan extremas como Bariloche y Penang, con frío, lluvia y calor”. “El extremo climático arruina las pinturas. El mosaico dura muchos años si está bien trabajado”, recalcó.
Respecto a la experiencia en Malasia, Goncálvez reconoció que “superó las expectativas de todo. Se muy poco inglés. En Malasia se habla malayo pero hay una mezcla cultural interesante con indios, malayos, chinos, musulmanes que hablan diferentes idiomas y se unifican con el inglés. Pude explicarme para que entiendan”.
“Desde el día uno hasta que volví a Bariloche, me sorprendió la calidez de la gente, la disciplina de trabajo y la importancia del trabajo en equipo”, dijo esta licenciada en Arte.
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