Niños y niñas felices: Volvió la calesita al Parque Central de Neuquén
Hoy dio su primera vuelta. El boleto será gratuito y estará abierta sábados y domingo de 12 a 18.
Salió el sol en la ciudad de Neuquén y trajo buenas noticas. Hoy sábado volvió a funcionar la calesita del Parque Central, aquel que alegró a miles de niños y niñas cuando en 2011 giró por primera vez al costado del Cenotafio a los Héroes de Malvinas y que transportó a los adultos hacia sus infancias sobre aquel viejo carrusel de madera ubicado en la esquina de avenida Argentina e Independencia, que desapareció en 2004.
Con chocolate caliente, regalos y juegos, hoy la calesita del Parque Central dio su primer giro y lo seguirá haciendo todos los fines de semana. El lunes por ser feriado, también estará abierta, para que los más pequeños puedan probar suerte con la sortija. El portón de entrada se abrirá a las 12 y se cerrará a las 18, pero a medida que vayan llegando las temperaturas más cálidas se irá ampliando.
El boleto para todos será gratuito y los niños y niñas podrás subirse todas las veces que quieran, pero siempre respetando el lugar en la fila. A la calesita se le incorporó una rampa para que todos puedan ingresar en condiciones de igualdad. “Es una alegría inmensa poder compartir con las familias que se acercaron a disfrutar de esto que lo usábamos cuando nosotros éramos chicos y que estuvo mucho tiempo sin girar”, expresó la secretaria de Ciudadanía, Luciana De Giovanetti.
El paseo en caballitos, se complementará con actividades recreativas y artísticas, realizadas por los equipos de «Niñez Activa», programa que desarrolla el área de Ciudadanía de la municipalidad de Neuquén. Habrá pintura y dibujo y se podrá vivir una primera experiencia en el armado de mini huertas.
El carrusel fue restaurado de manera artesanal, en un trabajo conjunto del municipio y el Centro de Veteranos de Malvinas. «Estamos felices de poder poner en marcha esta calesita, pero lo que más felices nos hace es ver sus caritas felices», dijo Francisco Sánchez, presidente de la comisión directiva del Centro de Veteranos, luego de finalizar la primera vuelta de la calesita repleta de niños.
Vino, se fue, pero volvió
Siete años pasó la ciudad de Neuquén sin contar con la magia de las calesitas, hasta que en 2011, en el último año de su mandato, el exintendente Martín Farizano tomó la decisión de comprar un carrusel con características similares a la histórica de la Vuelta de Obligado. La trajeron de Buenos Aires y la colocaron al costado del Cenotafio a los Héroes de Malvinas.
En ese momento se resolvió que la administración estaría a cargo de la municipalidad hasta tanto se concretara el llamado a licitación para concesionarla. Pero las buenas intenciones no llegaron a buen puerto y la calesita pudo dar solo un par de vueltas y nada más.
En 2012, a poco de asumir, el exintendente Horacio Quiroga, firmó un convenio con el centro de veteranos para que regrese la diversión y regresó. Ese año se incorporó una plaza blanda entre el cenotafio y la sala Emilio Saraco y se construyeron baños públicos. En ese tiempo, según cifras oficiales, pasaban por la calesita, en promedio unos 250 niños y niñas, cifra que se duplicaba los fines de semana.
Pasaron los años y la calesita se fue deteriorando hasta que tuvo que parar sus giros constantes. Hoy, luego de ser restaurada y reparado su sistema eléctrico volvió a ser presencia colorida en el Parque Central.
La capital neuquina supo tener dos calesitas que hicieron historia. La primer fue la de caballitos (el lugar más disputado por los niños y niños porque eran los únicos que tenían movilidad), ubicada en Vuelta de Obligado. La otra fue la espacial, la vedette de la diversión neuquina, ya que incorporó luces y ruidos galácticos a sus aviones, cohetes y ovnis. Está cerró en 2004 y fue trasladada a la plaza central de Plottier.
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