Argentina votó contra Nicaragua en la OEA: pidió la liberación de «los presos políticos»
La cancillería se alineó con Estados Unidos y también advirtió por "el cierre forzado de organizaciones no gubernamentales" y el "hostigamiento y las restricciones arbitrarias de organizaciones religiosas".
La Organización de los Estados Americanos (OEA), de la que Argentina forma parte, condenó hoy a Nicaragua por «el hostigamiento» a la Iglesia Católica, el «cierre forzado» de ONGs y la «persecución» de la prensa, a la vez que volvió a reclamar al gobierno de Daniel Ortega la liberación de «presos políticos».
La postura argentina marca un cambio que empezó a gestarse en los últimos meses. En febrero nuestro país también rechazó la intensificación del «sufrimiento humano» en Nicaragua y exige la liberación inmediata de presos políticos en el país centroamericano.
En marzo, en un sorpresivo discurso ante la OEA, con sede en Washington, el embajador Arturo McFields destacó la falta de libertades y la existencia de «poderes fácticos» en Nicaragua, donde Ortega ganó un cuarto mandato consecutivo en noviembre con todos sus rivales presos y la disidencia acallada o en el exilio.
Más tarde, en la última Cumbre de las Américas desarrollada en Estados Unidos, el presidente Alberto Fernández cuestionó que en el encuentro el gobierno de Joe Biden no permitió la participación de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Hoy, por su parte, en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente, el órgano ejecutivo de la OEA, se adoptó la resolución sobre la situación en Nicaragua por 27 votos a favor de los 34 miembros activos, entre ellos el de Argentina, uno en contra (San Vicente y las Granadinas) y cuatro abstenciones (Bolivia, El Salvador, Honduras y México).
No concurrieron las delegaciones de Colombia, gobernada desde el domingo por el nuevo presidente de izquierda Gustavo Petro, y la de Nicaragua.
La OEA expresó su enérgica condena «al cierre forzado de organizaciones no gubernamentales» y el «hostigamiento y las restricciones arbitrarias de organizaciones religiosas y de las voces críticas del gobierno y sus acciones».
Los sacerdotes nicaragüenses fueron duramente criticados por Ortega desde las protestas opositoras de 2018 a causa de haber dado refugio a los manifestantes que resultaron heridos o huían de la represión que se saldó con 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Además, la OEA insiste en que Nicaragua «libere de inmediato a todos los presos políticos, cese la persecución y la intimidación de la prensa independiente y garantice el ejercicio del derecho a la libertad de expresión».
190 opositores detenidos
Alude a unos 190 opositores detenidos, entre ellos siete exaspirantes a la presidencia que buscaban desafiar a Ortega en las elecciones de noviembre pasado, en las que el exguerrillero obtuvo su cuarto mandato consecutivo y el segundo al hilo con su influyente esposa Rosario Murillo como vicepresidenta.
Ortega consideró estas protestas como un fallido golpe de Estado promovido por la oposición con el apoyo de Estados Unidos y la complicidad de los obispos.
El 18 de noviembre de 2021 anunció que se retiraba de la OEA.
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