Un juicio pone al descubierto el alto consumo de cocaína en Rincón de los Sauces
Por el asesinato a balazos de Hugo Lima hay tres imputados. Un jurado popular definirá si son responsables o no. Se aguarda la proyección de un video del momento del crimen.
Dardo Soria, el principal acusado: "Yo no vendo droga", dijo. (Florencia Salto)
Si algo demuestra el asesinato de Hugo Lima, ocurrido el 15 de septiembre del 2021, es que el consumo de cocaína en Rincón de los Sauces es alto, y que el tráfico está absolutamente fuera de control. La víctima, los tres imputados y por lo menos cinco testigos son adictos, la mayoría ya lo reconocieron en la primera audiencia del juicio por jurados que comenzó este lunes. ¿Dónde están los mayoristas? ¿Qué investigación procura desbaratar a la banda de proveedores? La ciudad petrolera, detrás de su máscara de trabajo duro y salarios elevados, esconde demasiados secretos que permanecen intocables, y que se cobran jóvenes vidas sin que a nadie parezca interesarle.
Hugo Lima era un jugador de Deportivo Rincón que dejó el fútbol por su adicción a la cocaína. En su alegato de apertura, el fiscal jefe Pablo Vignaroli -acompañado por la fiscal Rocío Rivero- prometió ante el jurado popular que en las cinco audiencias del juicio demostrará que los autores de su muerte fueron los imputados Dardo Soria, Emilio Verdugo y Rodrigo Melivilo (estos dos últimos, ex empleados petroleros). Pedirá para ellos una pena superior a 15 años de prisión.
De los tres, Soria fue el único que habló en la primera jornada. Admitió su adicción a la cocaína pero negó ser vendedor, y en un relato confuso dejó entrever que quien agredió a Lima fue Melivilo (esa noche festejaba su cumpleaños).
Además declaró que todo esto fue armado para tapar otro homicidio, el de Carlos «Chala» Rodríguez, su hijo de crianza, ocurrido el 9 de marzo del 2021 también por un móvil vinculado con las drogas y aún sin esclarecer.
«Ninguno tenía un móvil»
Los defensores particulares Fabián Flores y José Luis Miranda (por Verdugo), Gabriel Gutiérrez (por Melivilo) y Maximiliano Gómez (por Soria) coincidieron en destacar que ninguno de sus clientes tenía motivos para matar a Lima, y señalaron que el video de una cámara de vigilancia que la fiscalía ofrecerá como prueba es de mala calidad y no se distingue la identidad de las personas que quedaron registradas.
El juez técnico que dirige el debate, Marco Lupica Cristo, dio paso luego a los testigos. Por lo que se pudo reconstruir, los hechos fueron los siguientes:
Salir a comprar
Lima, el hijo de su pareja, dos varones y una joven salieron de la casa de la víctima en su Fiat Uno color blanco el 15 de septiembre del 2021 pasada la medianoche a comprar cocaína. Así llegaron al domicilio de Soria, quien estaba acompañado de su hijo y los otros dos imputados. También había una joven.
El primero en ingresar a la vivienda, en calle 1 y Papa Francisco de Rincón de los Sauces, fue Lima. El hijastro dijo que entró inmediatamente detrás, pero también declaró que lo hizo al rato, al ver que su padrastro no salía. «No estaba en foco, estaba drogado», se justificó.
Lo que parece estar probado es que al hijastro le ataron las manos a la espalda con precintos y lo encerraron en una habitación. De alguna manera logró escapar, y las cámaras de vigilancia que proyectaron en la audiencia registraron su huida, corriendo por la calle con las manos atrás.
En simultáneo
¿Qué pasó en tanto con Lima? Según la acusación, lo llevaron al baño donde lo agredieron entre Soria, Verdugo y Melivilo con golpes de puño, puntapiés y una picana eléctrica. El motivo: le adjudicaban la autoría del homicidio de «Chala», que era hijo de la actual pareja de Soria.
¿Y el resto de los ocupantes del Fiat Uno? Se fueron del lugar, al parecer sin enterarse de lo que ocurría dentro de la vivienda, todos también bajo los efectos de la cocaína. Quien tomó el volante dejó a la mujer, de la que no sabe su nombre, en un lugar determinado; al varón en otra casa, y regresó a lo de Soria. Para entonces estaba todo a oscuras y en silencio.
El testigo no sabe cuánto tiempo pasó. «Había consumido cocaína y alcohol, no tengo noción del tiempo», declaró.
En la calle Papa Francisco
De acuerdo con la fiscalía, en ese lapso -entre que su hijastro y los ocupantes del Fiat se alejaron, en distintas direcciones- Lima logró huir del trío que lo mantenía cautivo y llegó a la calle.
Según dijo Vignaroli, lo persiguieron por Papa Francisco, uno le hizo un tackle para derribarlo, le siguieron aplicando golpes de puño y puntapiés, lo arrastraron por la calle, le dispararon un balazo, le aplicaron puñaladas, y finalmente «Soria lo ejecutó de dos disparos en la cabeza a muy corta distancia».
Luego todos huyeron del lugar, incluida la joven que estaba en la vivienda de Soria fumando crack y quien, según la defensa, dará una versión distinta de los hechos.
¿Cuántas versiones hay?
¿Distinta a su vez de la que brindó Soria, quien declaró que estaba conversando con Lima cuando desde atrás apareció Melivilo y lo golpeó en la cabeza hasta hacerlo sangrar?
¿Y distinta de la declaración de la ex esposa de Lima, quien al declarar este lunes dijo sorpresivamente que Verdugo tenía amenazado de muerte a la víctima por una presunta deuda?
Lima quedó tirado en la calle, muerto. Mientras tanto, el conductor del Fiat Uno y el hijastro de la víctima fueron a la comisaría a denunciar que el ex futbolista estaba retenido en la casa de Soria. Recién ahí se enteraron de que había sido víctima de un homicidio.
Piezas de descarte
Al juicio asisten numerosos familiares de Hugo Lima y de algunos de los acusados. Escuchan en silencio, con la vista baja. Los jurados están expectantes; algunos anotan todo, otros parecen abrumados ya el primer día.
Víctima, imputados, testigos, todos consumidores de cocaína, todos con sus vidas destrozadas. Piezas de descarte para un negocio con el que nadie se mete en Rincón de los Sauces.
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