El tractor, clave para la seguridad en el agro
La agricultura es el segundo sector con más accidentes de trabajo. La mayoría de ellos se relaciona con el uso del tractor.
Por INTA
En la Argentina la Superintendencia de Riesgos de Trabajo estimó que en el 2020 el sector económico de agricultura, ganadería y pesca fue el segundo sector después de la construcción, en cuanto al número de accidentes y enfermedades profesionales por cada mil trabajadores registrados.
Un dato considerable teniendo en cuenta que la actividad agrícola ocupa alrededor de 360 mil trabajadores rurales registrados.
Desde el INTA, referentes comparten medidas de seguridad en el trabajo rural, fundamentalmente en el uso del tractor, la principal causa de los accidentes de trabajo.
El Valle Inferior de Río Negro constituye una zona muy productiva que cuenta con unas 25.000 hectáreas sistematizadas para riego gravitacional y en producción. El 70% de esta superficie se encuentra destinada directa o indirectamente a la ganadería, mientras que el 30% restante se destina a la producción frutícola (frutos secos, pepita y carozo), hortícola (horticultura diversificada y especializada) y cerealera. Las distintas actividades concentradas en esta parte del valle representan sistemas intensivos con alta dependencia de diferentes tipos de maquinarias agrícolas.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la actividad agropecuaria los accidentes más comunes están relacionados al uso del tractor y maquinaria agrícola. El tractor es considerado como el medio auxiliar más importante de la mayoría de las actividades del valle rionegrino.
Al manipular el tractor, se recomienda capacitar al operador y seguir las instrucciones de seguridad antes de poner en marcha la maquinaria.
Es por esto que un gran porcentaje de los accidentes que ocurren en el sector se deben a su incorrecta utilización. Todos estos accidentes causan considerables problemas en la salud del trabajador agrario, además de daños materiales, pérdida de tiempo de trabajo eficiente, pérdida de productividad, entre otros.
Es importante que el operario tenga conocimiento sobre la manipulación de las maquinarias ya que se expone a diferentes tipos de riesgos como: aplastamiento por vuelco, atrapamiento por piezas móviles, proyección de fragmentos volantes, contacto eléctrico directo e indirecto, atropellos, golpes y caídas a distinto nivel.
Además, el trabajo del tractorista requiere adoptar posturas que, en caso de no ser adoptadas adecuadamente, aumentan el riesgo de tipo ergonómico derivando en fuertes dolores de espalda, dolores lumbares, trastornos musculoesqueléticos e incluso abortos en las mujeres trabajadoras.
“Todo operario que manipule maquinarias agrícolas e industriales estará expuesto a diferentes tipos de riesgos. Una forma de atenuar estos riesgos es adoptando posturas de trabajo ergonómicas para evitar enfermedades musculares y óseas”, explicó Horacio Pallao, responsable de seguridad, higiene y control ambiental laboral del INTA Patagonia Norte, y señaló algunas de las enfermedades como tendinitis generada por la sobre carga de tendones y fuerza excesiva; síndrome del túnel carpiano producida por movimientos repetitivos y postura forzada de la muñeca; hernia de disco a causa de la fuerza intensa y vibración del cuerpo entero.
Según la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA) es necesario disminuir las cargas físicas, mentales y psíquicas del individuo y de adecuar los productos, sistemas, puestos de trabajo y entorno, limitaciones y necesidades de sus usuarios; buscando optimizar su eficiencia, seguridad, confort y el rendimiento global del sistema.
Entre las recomendaciones para manipular una maquinaria agrícola como el tractor, se destacan las capacitaciones para operador y las instrucciones de seguridad antes de poner en marcha la maquinaria, ya que un trabajador formado y cuidadoso es el mejor operario.
Otro aspecto fundamental es mantener el estado de conservación de la maquinaria como frenos, iluminación, ajustes de partes móviles, asiento ergonómico y en buen estado, silenciadores/cabinas/barra antivuelco en condiciones óptimas, respetar los valores recomendados por el fabricante de presión de inflado de los neumáticos y garantizar que el tractor tenga un sistema de amortiguación adecuado.
“Todo operario que manipule maquinas estará expuesto a riesgos. Una forma de atenuarlos es con posturas de trabajo ergonómicas”.
“El asiento es uno de los elementos que más hay que tener en cuenta en el diseño ergonómico del tractor, no solo puede proteger al conductor en caso de vuelco si no que además asegura la buena postura absorbiendo una gran parte de las vibraciones de baja frecuencia producidas durante la conducción”, señaló Pallao.
Los tractoristas deben tener registro de conducir vigente de Clase G y deben gozar de buen estado de salud: “Se debe evitar el manejo de maquinarias a personas bajo medicación, estrés o personas en situación de cansancio excesivo, ya que estas situaciones disminuyen los reflejos aumentando de esta forma la probabilidad de accidentes”.
Luego de un análisis o matriz de riesgos el cual consiste en una detenida observación del estado de las instalaciones, maquinarias y herramientas en general o procesos de trabajo, se deben seleccionar los Elementos de Protección Personal (EPP) a utilizar como guantes, protector auditivo, protector ocular, calzado de seguridad y vestimenta acorde a las condiciones climáticas para mantener buena hidratación y temperatura corporal adecuada.
Dato
- 70%
- El porcentaje de los accidentes graves del sector agrario que derivan de la utilización del tractor.
Por INTA
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