Julián Gadano sobre la PIAP: «Es un manejo irresponsable del dinero»
El ex subsecretario de Energía Nuclear subrayó que "no hay que demandarle al fisco recursos que no tiene" para poner en funcionamiento la producción de agua pesada. Sino que deberían tener "creatividad y esfuerzo" para aplicar alternativas como la producción de fertilizante.
Con la reactivación de la PIAP en la mira, el ex subsecretario de Energía Nuclear durante el gobierno de Macri, Julián Gadano, se refirió a la producción de agua pesada de Neuquén y aseveró que su puesta en marcha «es un manejo irresponsable de dinero«. A su vez, destacó que la alternativa más viable es producir urea grado fertilizante ya que requiere una menor inversión y no demandan «al fisco recursos que no tiene».
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La planta detuvo su operación en 2017 y en 2018 iniciaron «un proceso bastante ordenado de desmantelamiento y de búsqueda de negocios alternativos«, expresó Gadano. En la sucesión de gobiernos, la idea de producir agua pesada apareció de nuevo en el mapa este año y hoy organismos nacionales como CNEA apuntan a iniciar su producción.
Según Gadano, sería un error avanzar en esta línea porque «básicamente produce algo que nadie compra», sostuvo en diálogo con Energía On.
En el presupuesto aprobado por el DNU se refleja que la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI) recibió una partida de 1.400 millones de pesos. Esta empresa opera la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), y es propiedad de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el gobierno de la provincia de Neuquén.
Al ser un insumo que no requiere recargas, las centrales necesitan determinadas cantidades de toneladas al año por alguna eventualidad. Debido a posibles contingencias o pérdidas en el sistema, podrían necesitar entre 10 o 20 toneladas al año según Gadano.
El ex funcionario recordó que la PIAP alcanzaría entre 100 y 200 toneladas al año, menos no «para que sus costos no se disparen exponencialmente». Por ello, señaló que en un año de producción mínima, produce el agua que las centrales nucleares argentinas necesitan para 10 años de vida.
Para la vida útil de las centrales nucleares se necesitaría «aproximadamente unas 400 toneladas«. A media exigencia, reactivando una sola línea de producción, la PIAP produciría «unas 100 toneladas por año». Según Gadano, la reactivación costaría unos «10.000 millones de pesos como mínimo. Ahora pusieron 1.400 que no les alcanza para nada. O ponen todo lo demás o la plata la tiran«, aseveró.
Estos 10.000 millones de pesos supera ocho veces la cifra destinada por el presupuesto para iniciar las tareas. «O deberán transferirle 8.600 millones más o esos 1.400 millones no servirán para nada. Y luego de gastarlos, las autoridades «descubrirán» que tienen que cerrar la planta a los tres años porque en el mundo hay sobreoferta de agua pesada», aseguró.
Por otra parte, señaló que el costo del kilo de agua pesada «es de unos 700 dólares», que en otros países «se consigue ese producto por mucho menos. De hecho hace poco NASA compró a un precio mucho menor 300 dólares como muy caro».
Ante esa diferencia, «que debe ser mayor, NASA gastará 140 millones de dólares más que si comprara afuera. El absurdo de los absurdos: el Estado subsidiará a una planta en 10.000 millones, para luego perder 140 millones de dólares pagando más caro el producto. Paga para volver a pagar«, detalló. Y agregó: «todo para proteger 300 empleos. Es un delirio«.
Respecto a la exportación, explicó que no es una opción: «no le podrán vender a nadie, porque los pocos países que tienen centrales de agua pesada, o fabrican su propia agua, como la India, o tienen stock suficiente o sobrante, como Rumania y China. Incluso hay países que tienen agua en stock aunque no tienen centrales de agua pesada».
«Esta película va a terminar de dos maneras: una, o van a invertir 10 mil millones de pesos o más en reactivar la planta y van a producir a lo sumo cuatro años; o lo más probable en estas circunstancias, es que inviertan una parte, 1500, 2.000 millones de pesos y no hagan nada, porque con eso no reactivan la planta«, expresó.
La alternativa de producir urea
Gadano aseguró que lo más probable es que el proyecto para producir agua pesada «quede en la mitad, no se reactive la planta y se someta a los trabajadores a una nueva frustración«. Por eso, trajo a colación la iniciativa que proponía transformar la planta completa en una planta de producción de urea grado fertilizante.
«Nosotros nunca quisimos un cierre de la planta, lo que queríamos era buscarle un destino que no implicara lo que están haciendo ahora», explicó el ex funcionario. Por eso, iniciaron los estudios «para transformarla en una planta de fertilizantes».
En ese momento, comentó que las condiciones no estaban dadas: «había sobre oferta de fertilizantes y gas barato. Los grandes proveedores que eran Qatar y Rusia historialmente tenían el gas a 1,80 el millón de BTU. Era imposible competir con ellos y lo dejamos ahí».
En esta línea, remarcó que la situación hoy es otra: «Rusia hoy está afuera y Qatar está sobredemandado. Los precios, obviamente, están por las nubes. Chile, Brasil y México importarán en 2022 entre 10 y 20 M/tn de urea. A 500 dólares la tonelada es un mercado de 5000 millones de dólares», detalló.
Para continuar en este sentido y adecuar la planta para producir urea se necesita una inversión de 600 millones de dólares. «La planta podría producir 1,1M/tn al año, capturando un mercado de 550 millones de toneladas al año«.
Según Gadano, el mercado argentino estaría cubierto con la planta Profertil, ubicada en Bahía Blanca: «probablemente abastecerá los 2 millones de toneladas que demanda Argentina«. Sin embargo, hay países «netamente importadores como Brasil, que demanda 6 millones de toneladas o Chile, que demanda 500 mil toneladas», que pueden representar una oportunidad para este desarrollo, explicó
«Ahí competís con buenos precios porque no tenés que cargar el costo de transporte interoceánico, que si tienen que hacer rusos y qataríes. Es el momento de generar el mercado«, aseguró.
Por eso, «hay que iniciar ya una ronda para convocar inversores para que el capital privado (no el Estado) invierta los recursos necesarios para satisfacer una demanda creciente y real. Creatividad y esfuerzo para sostener y crear empleo sin demandarle al fisco recursos que no tiene«, puntualizó.
Según Gadano deberán darle un destino a la planta «legitimo con trabajo de calidad. Trabajo genuino a una planta que se puede operar e integrar a una cadena global que crece y es real«, como, aseguró, es la producción de urea. «No hacerla producir algo que tarde o temprano volverá a cerrar y hacerlo con recursos de los impuestos que pagan todos. Van a gastar un montón de plata«, cerró.
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