Entretelones de la designación de Silvina Batakis: tensión en Olivos y una charla pendiente
Tras más de diez de horas de negociación, finalmente el gobierno nacional anunció a quien es la reemplazante de Martín Guzmán. Antes, una conversación entre el presidente y CFK funcionó como pista de lo que vendrá.
Si bien Cristina y Alberto se encontraron en el aniversario de YPF, no hablaban desde hace seis meses.- Foto: Archivo
Tras más de diez horas de reunión y un clima de tensión en la Quinta de Olivos, finalmente se confirmó este domingo por la noche que Silvina Batakis, exministra de la cartera en la provincia de Buenos Aires, será quien asumirá en el ministerio de Economía para reemplazar a Martín Guzmán.
Pero antes de que se cerrara esa definición, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvieron una comunicación telefónica para establecer un acuerdo político que confirme los cambios en el Gabinete nacional.
La comunicación telefónica fue ratificada por fuentes gubernamentales, las cuales indicaron que el jefe de Estado se encontraba solo en su despacho al momento de hablar con la vicepresidenta.
Esa conversación duró cerca de media hora, con un contenido que es desconocido públicamente, pero que garantizó destrabar el anuncio que se dio al cierre de la jornada.
Uno de los detalles que llamó la atención de la charla es que, finalmente, pudo darse tras la intervención de Estela De Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien se comunicó con el presidente para que llame a su compañera de fórmula. Ella misma confirmó esa información, en diálogo con distintos medios de comunicación.
Se trata de la primera charla telefónica entre ambos en, al menos, seis meses, después de la ruptura política que se generó por las diferencias entre ambos sobre cómo había que gestionar la administración pública nacional.
Esta era la instancia que faltaba para que los nuevos funcionarios acepten los cargos ofrecidos por el presidente Fernández, tras horas de elevada tensión política por el vacío que dejó la renuncia de Guzmán.
Fernández se negaba a llamar a su vicepresidenta a pesar del pedido del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Era una condición para que el gabinete se pudiera reformular y que los nuevos funcionarios contaran con dos elementos clave: respaldo político y tranquilidad para gestionar.
Con información de Corresponsalía Buenos Aires.-
Comentarios